Capítulo 19.

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Kary tomo la mano de Bill y se dirigieron a aquel lugar donde todos los seres amados descansan por siempre.

— Bill, espérame aquí. — La chica se alejó. — Aun muerta madre, me haces sufrir con tus acertijos, ¿cuánto durara esto? tu siempre escondías las cosas para tardarme en encontrarlas, bueno leamos lo que me has dejado en este pedazo de papel.

Hola hija, ¿Cómo estás?

Conociéndote, molestando a Isabela y haciendo que María sufra un infarto de tanto coraje que le haces pasar.

Te he dejado una parte difícil, encontrar todo lo que te he dejado, pero como dice el mexicano, "cuando no te cuesta algo, no lo valoras" y a mi hija me ha costado tener todo lo que te hizo sentir bien, espero que me hayas perdonado por esconderte de tu abuelita y de tu tío tanto tiempo, pero entiéndeme tenía miedo de que te hicieras presumida.

La primera pista es la que tú amas, aquello por lo que te enfrentaste a mí y no te importo lo que yo pensara y te hice prometerme algo.

Nos vemos pequeña te adoro.

Tu mamá.

Paso una semana Kary había encontrado casi la mitad de las pistas eran confusas, pero conocía perfectamente a su madre y sabía que era lo que tenía en mente.

— Tu alemán, ven y ayúdame. — Ordeno la señora. — Quiero salir a respirar un poco de aire. — La señora tomo a Bill del brazo. — Sé que me he portado muy mal contigo en estos días, pero entiéndeme hijo, Karina ha sufrido mucho.

— De eso me he dado cuenta señora, pero esa no es mi intención.

— Lo sé, tus ojos brillan cuando la vez, los he visto en muchas ocasiones. — La señora caminaba con su mirada triste. — Ya no tardare en seguir a mi esposo e hija, así que ahora te dejo la responsabilidad a ti y a Humberto.

— ¿Qué responsabilidad?

— Cuida a mi nieta en todo momento, ella es muy frágil, a su madre le costó mucho educarla, que se supiera defender sola, pero aun con la fortaleza que le dio mi hija, Kary sigue siendo frágil.

— Y sabe señora, yo tomo la responsabilidad de cuidarla y amarla siempre, ella es única, aunque pelemos siempre está en mi corazón.

— Eso espero, si no yo misma vendré del infierno y te espantare.

— Con esa amenaza es mejor que me cuide. — El móvil de Bill estaba vibrando. — En un momento regreso. — Sentó a la señora en una banca cercana.

El joven vio quien era el que estaba llamando, por lo general casi nunca recibía alguna llamada, a menos que fuera de importancia.

— Hola Tom, ¿Cómo están?

— Con amenazas por parte de Universal y ¿tu? ¿Disfrutas de tus vacaciones?

— Hey tranquilo Tom. Que no daría porque fueran vacaciones.

— Lo siento Bill, pero Universal nos está amenazando, tenemos que grabar un disco y el compositor no se encuentra.

— Lo siento, ¿cuándo debemos de comenzar a grabar?

— Cuanto antes hermano, ya me están enfadando.

— No podrían esperar aunque sea un mes más.

— No, Si no cumplimos el contrato nos meten en problemas.

— Está bien, pronto iré con ustedes lo antes posible.

— Gracias, entonces nos veremos pronto.

— Sí. — El joven regreso con su acompañante.

— Por tu cara no son buenas noticias. — Dijo la señora mientras admiraba el hermoso jardín que había hecho en un pasado.

— Así es. — Se sentó aun lado de la señora. — Me piden que regrese a Alemania lo antes posible.

— Y ¿Qué harás?

— No tengo idea, no quiero dejar sola a Karina.

— Es tu sueño. Te diré una cosa alemán, si son el uno para el otro aunque sean dos destinos completamente diferentes, un solo rumbo los unirá, recuérdalo muy bien.

Kary se encontraba una vez más llorando y despidiéndose de su novio; Bill trataba de consolarla, por desgracia no podía, el también quería romper en llanto al verla así de vulnerable.

— Prométeme que encontraras todas las pistas lo antes posible. Y te irás conmigo a Alemania.

— Te lo prometo. Ahora tú prométeme que esta separación no va hacer por mucho tiempo y que me sabrás esperar.

— Lo prometo. — Beso a Kary en los labios terminando su frase.

— Pasajeros con rumbo a Alemania, pasar al pasillo "B" para abordar su avión.

— Es hora de irme. Ya no llores enana. Te amo y te esperare.

— Por mi parte buscare las cosas del testamento lo antes posible para reunirme contigo.

Han pasado dos años desde que Kary vio a Bill por última vez y toco sus labios. Ahora ella se encuentra trabajando para el mismo hospital donde murió su madre, la búsqueda de las pertenencias ha sido larga y exhausta. Bill aun sigue esperando por Kary, la extraña demasiado pero sus destinos son diferentes, puede haber algo que los pueda unir de nuevo y puedan reunirse.

— Estoy cansada. — Se recostó sobre una camilla de urgencias. —Dormiría para siempre si no es porque tenemos trabajo. — Miro al techo. — ¿Qué es eso Betty?

— No lo sé. — Karina arrastro una silla hacia donde se encontraba el objeto. — Bájate changa, te caerás.

— ¡Lo tengo! — Grito victoriosa. Era un trozo de papel.

Hija has encontrado la última pieza de este rompecabezas te felicito, es hora de abrir la segunda parte del testamento, solo tú debes de saber que existe en ese último pedazo de papel. Muéstrale esta carta a Álvarez, él te dará las últimas instrucciones...

— Vamos Bill, no seas así es una fiesta de disfraces. — Tom quería levantarle el ánimo a su hermano menor.

— No Tom, me quedare aquí, quiero escribir más.

— Bill, Tom tiene razón, hay que divertirse un poco. — Isabela intervino.

— Está bien, dejen de molestar. — Por fin, lo lograron convencer.


Dos Caminos, Un Solo Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora