Dos Caminos, Un Solo Destino.

Capítulo 5.

Sin saber cómo Bill, se había levantado de donde se encontraba y paso su brazo sobre la cintura de la joven, para después con su mano izquierda tomara con fuerza y decisión el cuello de la chica para no dejarla escapar.

La chica por un momento respondió a aquel beso que no tenía que ser. Cuando su cerebro dejo de ser controlado por sus hormonas, empujo al chico lo más fuerte que pudo, haciendo que este se separa de ella.

— ¿Qué te pasa? Suéltame — dijo en voz baja, sabiendo que aquel acto también había sido culpa de ella — ¿Por qué lo hiciste?

— Fue un impulso, no es para que te pongas de esa forma

— Claro que me pongo de esta forma, tú, ¡me besaste durante una revisión médica! ¿Qué te has creído?

— Lo siento, es que... Tom me dijo que...— la joven no lo dejo terminar

— ¿Qué Tom Qué? Acaso ¿Fue una apuesta? Para ver quien besaba a la doctora primero.

— No, eso no es. Yo...solo...

— Sabes que Bill, sal de aquí, antes de que en verdad me enfurezca

— Pero... ¿Y el examen médico?

— Por lo que vi, te encuentras en buen estado. Así que señor Kaulitz, buena suerte en su concierto, si me hace el gran favor de salir de aquí. — el joven no dijo nada y solo siguió las instrucciones dadas.

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Después del concierto los chicos fueron a una discoteca, para celebrar la última noche que tendrían en México. Dentro del lugar encontraron a una cara muy familiar, era Mónica. Que iba acompañada de otras dos chicas, una de ellas se les hacía familiar, cuando la joven se acercó más pudo reconocer a Isabela.

— ¡Chicas! — grito Georg, mientras se acercaba a ellas — ¿Qué hacen aquí? Pensé que tu — a punto con el dedo a Isabela — estarías en coma en estos momentos

— Ya vez que no — contesto la mencionada. — ¡Oh! Te presentare a una amiga — dijo mientras con su mano llamaba a alguien — Georg, ella es una amiga de Kary y de nosotras dos, su nombre es Joviz — Georg al verla la reconoció en seguida

— Eres tu — el tono en su voz delataba lo sorprendido que estaba

— Sí, que pequeño es el mundo ¿Verdad? — el joven de ojos verdes afirmo con su cabeza. Los otros chicos no tardaron en llegar y se hicieron las presentaciones correspondientes.

— ¿Y Karina? — pregunto Tom

— Se ha ido a descansar. Ustedes estaban tan ocupados que no se dieron cuenta que una chica convulsiono durante el concierto, estuvo muy estresante, porque al momento en que cayó de las escaleras, se abrió la cabeza, Kary la llevo al hospital y estuvo al pendiente hasta hace unos minutos. — contesto Isabela que era la que más sabía de eso. Pero solo hubo alguien que no creyó lo que joven había dicho, y ese alguien era Bill.

— Vayamos a celebrar y no pensemos en nada, que no sea diversión — propuso el vocalista. Por su mente del chico pasaba la idea de que tal vez Karina no quería ir porque posiblemente sabría que él estaría en ese lugar, y por lo que paso durante la revisión, se sentía tan avergonzado, que en lo único que podía pensar era en un trago.

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Durante un buen rato, el grupo de amigos permaneció en el local, disfrutando de un poco de libertad, todo parecía ir bien hasta que se percataron de la hora que era.