Mi nombre es Jade Bradshaw, tengo 15 años y jamás me he enamorado. Si, es un buen resumen de mi patética vida adolescente.
"-¿Por qué demonios una flor negra?
-Porque eres diferente a la demás.
-Oh... gracias. Por un momento creí que lo decías por...
-Lo siento, ¿estás bien?- Escucho la voz de un chico. Aún tengo los ojos cerrados, poco a poco los abro y ¡Oh Santo Jesús! ¡Es él! ¡MI VECINO!.
-¡Pero si estás llorando! ¿Tan fuerte te he dado?- Me pregunta... ¿Angustiado?
-No, no es eso...- Respondo como puedo- A parte no has sido tú, yo no estaba mirando por donde iba... lo siento.
-No te disculpes, fue mi culpa. Ven te ayudo - Me dice y me tiende su mano, la tomo y un corrientazo pasa por todo mi cuerpo... okay eso fue raro- ¿A dónde ibas con tanta prisa y llorando?
-No creo que te importe...- Respondo mientras me acomodo mi gorro.
-Okay pero no me pegues- Dice en tono divertido, y me hace sonreír...
-Ummm. Iba al baño- Respondo
-¿Aún tienes que ir?- Me pregunta
-Si, así que me voy- y le paso por el lado, doy un paso pero de repente una mano me agarra el brazo. Volteo y es él de nuevo
-Te acompaño, así luego me podrás llevar a mi salón de clases- Si insiste...
-Vale-Respondo.
Empezamos a caminar en dirección al baño.
-¿Cómo te aceptaron de un día para otro?- Le pregunto rompiendo el silencio incómodo.
-Bueno, pues mi papá puede llegar a ser la persona más molesta del mundo, así que no les quedó más opción que aceptarnos... por suerte aún quedaban unos cuantos cupos.
-Oh- Le digo, miro al frente y ya estamos en la puerta del baño- Espérame aquí...
-Okay.- Responde y me guiñe un ojo. Maldito.
Entro y de repente la imagen de Adam y Catalina llega a mi cabeza. De nuevo mi ojos empiezan a arder, me miro al espejo y las lágrimas empiezan a salir de repente.
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¡No llores por ese idiota!, al fin y al cabo ustedes no son nada, son amigos, ni se te atreva dejar salir una sola lágrima más por él, ¿Entendido? Jade Bradshaw, ¡Ni una lágrima más por él ni por ningún hombre!.
Me limpio la cara, acomodo mi gorro y mi cabello, estoy lista tomo aire y abro la puerta.
Mi guapo vecino está justo en dónde se había quedado. Me mira y sonríe.
-Eso fue rápido
-Bueno, no era para tardarme-Respondo- ¿Cuál es tu salón de clases?
-El 10-A-¡OH NO PUEDE SER! ¡ES EL MISMO EN QUE ESTOY YO! -¿Qué pasa? Te pusiste pálida ¿A caso mataron a alguien allí?- Pregunta fingiendo temor. Me hacer sonreír.
-No, idiota. Es solo que... Estamos en el mismo.- Y le sonrío
