Mi nombre es Jade Bradshaw, tengo 15 años y jamás me he enamorado. Si, es un buen resumen de mi patética vida adolescente.
"-¿Por qué demonios una flor negra?
-Porque eres diferente a la demás.
-Oh... gracias. Por un momento creí que lo decías por...
-¿Cómo le dices a alguien que lo quieres, que lo necesitas, que te sientes frágil estando lejos de él sabiendo que tiene a otra persona?
-Oh, vamos, podrás superarlo, ten en cuenta que ustedes no llegaron a nada serio, eso es lo mejor que te pudo pasar, tal vez te ilusionaste, pero tienes que seguir adelante, salir con más chicos, él no es el único en el mundo, Jade- Me reprocha Isabella lanzándome una de sus miradas asesinas.
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-Tal vez tengas razón...-¡TU PUEDES JADE BRADSHAW!- ¡Lo haré! ¡Voy a olvidarme por completo de Adam!-Digo sonriente. Si, esta vez nadie me detendrá, voy a cambiar, renovaré mi forma de ser, seré una "nueva Jade Bradshaw." Aunque supongo que será difícil, él llegó a hacerme sentir mucho en poco tiempo y bueno, la verdad es que ya ni sé que sentir...
quiero salir, disfrutar, solo tengo 15 años, tengo mucho camino por delante. No tengo tiempo para arrepentimientos, solo diversión.
*AL SIGUIENTE DÍA*
De nuevo ha sido una mañana complicada, lidiar con mis hermanos es algo casi imposible de lograr.
Desde anoche, cuando me despedí de mis hermanos no he podido dejar de pensar en lo que hablamos, y es que quiero dejar de pensar en él, quiero que sea feliz con ella pero al mismo tiempo sé que dejarlo ir implicaría un enorme vacío para mí... ¡no sé qué sentir maldita sea!
-Jade corre ¡se nos hace tarde tenemos que ir al metro!- Me dice Isabella corriendo por toda la habitación. Cojo mi celular y salgo corriendo de la casa junto con ella y mis hermanos, todos vamos corriendo y riendo como locos lo que provoca que la gente nos mire asombrados.
Por suerte vivimos a una cuadra de la estación del metro, bajamos corriendo las escaleras, voy a sacar mi tiquete... ¡mi jodido tiquete! Ya es tarde para comprar uno ¡maldición! Paro y miro desesperadamente a mí alrededor, mis hermanos están pasando, de repente una mano me toma por sorpresa.
-¡CORRE!- Me dice Kyle. Mi cerebro se demora bastante en procesar lo que sucede, de un momento a otro estoy en sus brazos y él está esquivando gente y justo un segundo antes de que cierren la puerta del metro entramos.
Kyle me mira y sonríe, está justo a centímetros de mi rostro, por Dios si que es guapo.
-No me escribiste ayer.-Me dice sonriente.
-¿No deberías bajarme?- Le respondo evadiendo su pregunta. La verdad lo olvidé por completo.
-Claro.- Y me baja de nuevo, aún estamos bastante cerca.-¿Por qué no me escribiste ayer?
-Porque lo olvidé, lo siento, no tengo buena memoria.- Le respondo sin quitarle la mirada. Por Dios si que es intimidante, sus ojos, la cercanía en que estamos, la manera en que sonríe, ¡resiste Bradshaw, resiste!
-Dame el tuyo y mejor te escribo yo ¿no?- Me responde.
-Okay- Saca su teléfono y me lo da, empiezo a escribir mi número, cuando termino se lo entrego y el metro se detiene, ambos nos miramos y salimos corriendo de ahí, ya es demasiado tarde.
