Primer día de escuela.

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-Jade, a despertar- Escucho a mi madre susurrando

-No ha salido el sol ¿Por qué me despiertas? -¿Qué año es? ¿Dónde estoy? ¿Donde mierda estoy?, no veo nada.

-Déjate de idioteces, Jade. Levántate

-No me obligarás...

-Cállate y levántate de esa maldita cama y despierta a tus hermanos- Me ordena.

-Maldición- Gruño por lo bajo y salgo de la habitación, ¡POR AMOR DE DIOS! ¡Qué condenado frío!

Entro en la habitación de los chicos, ¡ay que calorcito tan bueno!

-Chicos -*Bostezo*- Despierten- Desde que tengo memoria siempre soy yo quien los despierta, mamá siempre los asusta con sus grito o cosas, y bueno Isabella no se levantaría de su cama solo por estos dos. Según ellos prefieren que yo los despierte, no sé porque.

Me acerco a la cama de Sebastian y quito la almohada de su cabeza. –Levántate mocoso- Le digo

-¿Qué hora es?- Me pregunta con los ojos aún cerrados.

-No tengo ni idea, pero mamá me mandó a despertarlos.

Me dirijo a la cama de Christian y repito lo que acabo de hacer con Sebastian.

-Son las cinco de la mañana joder- Oigo a Sebastian

-¿Qué?- Tu qué haces despierta enana? Ven acá- Y me toma de la mano para hacerme caer en su cama, Oh Christian ¡que cama tan deliciosa! Me abraza y cierro los ojos, ¡Quiero seguir durmiendo por siempre!. Y bueno, puede que sea un maldito sobre protector pero sé que ambos son así con Isabella y conmigo porque somos las menores y porque bueno, somos chicas.

De repente los pasos de mi mamá me hacen abrir los ojos como platos .¡VIENE PARA ACÁ! Mierda. Empujo a Christian haciéndolo caer de la cama y salgo corriendo para saltar encima de Sebastian –Despierta, mamá viene- Sale corriendo de la cama como alma que lleva el diablo. Y ahora yo estoy en el piso. ¡Auch mi espalda!

-Buenos días- Dice mamá prendiendo la luz de la habitación

-Buenos días- Dicen al unísono y ambos la abrazan.

-Jade, hija ¿Qué haces en suelo?- Me levanto y fulmino con la mirada a Sebastian.

-Él me hizo caer- Respondo

-No mientas. Te caíste sola- Me responde y me enseña su dedo medio. Oh la persona más madura en el mundo

-Bueno, Jade, a bañarte y arreglarte, ustedes arreglen este chiquero- Les ordena.

-Suerte con el "chiquero"- Les digo a ambos y salgo de la habitación.

*Veinte minutos después*

La habitación está perfectamente arreglada, Isabella y yo ya estamos por terminar de alistarnos, en la noche le pedí que me cepillara en cabello, adiós por hoy a mis guapos rizos.

-¡A desayunar!- Grita mamá.

Salgo de la habitación y los chicos están justo en frente, salto a la espalda de Sebastian. No quiero caminar, que sirva de algo el muy perezoso.

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