Preludio

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Era una noche salpicada y húmeda, luego de un aguacero primaveral. Los padres de Victoria celebraban su 10mo aniversario y dejaban a su joven hija con su canguro habitual, aunque la pequeña ya se resistía al cuidado de terceros creyéndose lo suficientemente mayor como para cuidarse sola, tarde se daría cuenta de su error.

Se habían hecho precisamente las 12:00 a.m. de la medianoche y Victoria se despertaba repentinamente por unas ganas incontenibles de ir a orinar.

-¿Luisa? -llamaba a su niñera para pedirle asistencia debido a la negrura que embarga la habitación.

La joven miro a la ventana, y veía como había comenzado nuevamente a llover y los relámpagos, rayos y truenos, hacían su trabajo.

Victoria estaba totalmente asustada, luisa no respondía, y la misteriosa conversación que había tenido en la reconocida aplicación Talking Angela, la tenían perturbada. Sus 10 años no le daban el valor suficiente como para levantarse de la cama y mientras los truenos retumbaban en la habitación, se escuchó un largo y maullido, muy masculino como si alguien con una gran voz ronca lo hubiese hecho.

-Ahh... -grito Victoria, mientras se orinaba en la cama.

-¿Por qué lo hiciste? Eres una niña muy mala -Se escuchó desde Tablet con la típica voz un tanto mimetizada de Angela.

-LUISAA... -chillo nuevamente la niña, pero esta vez mucho más fuerte, sin recibir respuesta alguna.

La pequeña miraba a todos lados y no veía a nadie solo su closet entre abierto, el cual estaba junto a la puerta de salida, lo que le atemorizaba más. Pero decidió tomar todo el valor necesario y se levantó de la cama y se dirigió a toda velocidad hacia la puerta con los ojos cerrados. Un brazo velludo salió del closet, la tomo con gran fuerza.

-¡TE TENGO! -exclamó la vos misteriosa. Una lengua gruesa, repulsiva y húmeda le lamia el cuello- ahora podemos hablar mejor, Vicky -le susurró al oído.

A los pocos meses el cuerpo de la pequeña Victoria aparecía mutilado, violado, y lacerado a niveles inhumanos.

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