Capítulo V

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Dorian conducía hacia la comisaria, era un poco más de las 07:00p.m. y la temperatura había bajado considerablemente. El detective movido por su juventud enérgica y rebelde decidió cambiar su rumbo de la comisaria hacia la casa de Jules, sabía que si los golpes de suerte que había tenido seguían podría desenmascarar a esa pequeña insolente, pero sin duda atractiva, sin olvidar a Sebastián "el Lince".

Al llegar a la casa pudo ver a la Sra. Jules Hister, saliendo apresurada.

-¿usted, otra vez aquí? -le pregunto mientras buscaba en el mazo de llaves la llave del auto.

-necesito hablar urgentemente con Jules -dijo sin más.

La madre lo miro detenidamente a los ojos por unos instantes, le dio una pequeña sonrisa -mi hija está en la sala, hablaba con Sebastián.

-¿como? -dijo sorprendido.

-¿acaso no puede hacerlo, detective? -inquirió la madre avanzando hacia el auto.

-no, disculpe. -decidió ocultar el macabro incidente que había ocurrido con Sebastián, si de verdad Jules tenía algo que ver lo mejor sería atraparlos con las manos en la masa- solo serán unas breves preguntas.

-vaya usted y termine de una vez con lo que va hacer -le dijo mientras entraba en el automóvil.

Dorian decidió entrar a la casa ya que tenía la aprobación de la Sra. Jules, por tanto se dirigió a la parte trasera de la misma, recordando por donde había salido Sebastián esa misma mañana. Lo que vio lo dejo pasmado, era una chica con un pequeño cascabel en el cuello, sentada con las piernas abiertas y una mano sostenía su pecho mientras la otra estaba en su vagina, el dedo índice entraba y salía de la chica desconocida cada cierto tiempo se llevaba los dedos a la boca, los cuales lamia con gran pasión.
Dorian veía tímidamente el lujurioso acto, y no podía contener sus deseos instintivos de poseer aquella hermosa chica de la cual solo podía ver su atractivo cuerpo, una lámpara tapaba gran parte de su rostro, su cabello recogido tampoco permitía que este supiera cual era el color de su pelo.
Entonces se detuvo de imprevisto y tomo un consolador que estaba bajo un cojín del sofá donde práctica su sexualidad libremente la chica misteriosa. El consolador fue introducido rápidamente una y otra vez mientras los gemidos inundaban la sala. La escena tenía encendido al joven detective y como nunca, sus pensamientos imaginaban que esa chica, la joven lasciva fuese Jules, pensamientos indignos surcaron su mente y empezó a tocarse. Pero la escena pronto termino con un gran grito de la chica y en ese mismo instante un maullido de la gata exalto a Dorian.

El agente se apartó rápido del ventanal y luego miro hacia los lados para dirigir su mirada nuevamente hacia la sala pero ya no pudo ver a la chica, entonces se dio la espalda para entrar por el frente. Su sorpresa fue mayúscula cuando quien le abrió la puerta fue Jules con un pequeño short, una camisa blanca y un cascabel.

-tu... tu... Jules -dijo el detective apenado totalmente.

-¿le sucede algo, detective? -dijo la joven con una sonrisa.

-no... no... solo que no te esperaba a ti -dice trémulo.

-mmm... ¿desea entrar? -pregunta mientras con su dedo índice golpea el cascabel.

-sí, quiero.

Are You Talking Angela?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora