Capítulo VI

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Jules Reynolds llevo al detective a su habitación, ella se recostó en su cama mientras le hacía un ademan para que se sentara en un mueble que tenía junto a esta.

-Dorian, ¿Cómo estás? -preguntó- te noto un poco nervioso.

-bien, solo que tengo muchas cosas en la cabeza.

-estas estresado, déjame que te prepare algo refrescante -le dijo levantándose de la cama y dirigiéndose a la puerta- te prometo que te mantendrá caliente -remato con un sonrisa coqueta.

El detective trago grueso, sus ideas estaban dispersas y solo podía pensar que la chica que vio hace unos instantes masturbándose era Jules, su excitación no había disminuido en nada y con sus continuos coqueteos no sería fácil concentrarse, pensó.

-¡aquí esta! -Dijo Jules entrando por la puerta con un té- es una bebida secreta de mi madre, de seguro le gustara, detective.

-gracias, ¿Qué clase de te es? -preguntó dudoso levantándose.

-es una mescla de varios, realmente no se mucho más -replico la joven.
Dorian se quedó viendo la bebida, la que tenía sujeta con ambas manos. Jules rápidamente pudo percibir la duda del detective, tomo sus manos y dirigió la bebida a sus propios labios y tomo un sorbo sin quitarle la mirada al excitado agente, finalmente metió su lengua en la bebida y lamio el borde de la taza hasta empujar levemente la taza a la boca de Dorian quien se tomó toda la taza sin reparos.

-Jules, ¿Qué intentas hacer?

-sé que le gusta mirar.

-¿como? ¿Me viste?

-si, detective y sepa que lo hice para usted -le dijo la joven quitándose la camisa y quedando sus desarrollados senos al aire.

-Jules, esto no está bien -dijo sin voluntad de apartar la mirada de la desnudez de la joven.

-¿Por qué? ¿Acaso no le parezco linda? -le dijo la pequeña bajando la mirada y poniendo un puchero.

-oh, no, no es eso, eres... divina... pero, pero... tu eres una asesina estoy seguro de ello.

-en este momento yo juego mi papel detective, y usted está jugando el suyo. No intente revertir el orden de los acontecimientos porque será juzgado, y Angela nunca falla -explico la joven mientras soba por encima de la ropa el miembro del detective.

-oooh... no puedo contenerme... ¿Qué haces? Detente, por favor -suplicaba el detective sin poder moverse.

-¿Cómo puedo detenerme? -Dijo la joven avanzando y sacando el pene del detective, lo miro y se arrodillo- esto te va a gustar -afirmó.

Jules comenzó a lamer el miembro de Dorian, de abajo hacia arriba hasta llegar al glande. Luego introdujo uno de los testículos en su boca y lo comenzó a chupar mientras el detective no dejaba de gemir, una de sus manos lo pajeaba. Jules siguió con la mamada, introducía su pene hasta lo más profundo que podía, lo que hacían sus arcadas fuesen incesantes. Sus ojos lagrimosos y lujuriosos, además de su boca hinchada y roja no paraban de succionar. Entre la comisura de sus labios la saliva salía a borbotones, la cual la chica tomaba con una mano y las restregaba por sus senos.

-no puedo contenerme -apenas dijo el detective- voy acabar.

-puedes hacerlo en mi boca, quiero tenerlo todo.

-aaaah... -finalmente Dorian acabó, su mirada se nubló, y pronto cayó tendido en el suelo.

Are You Talking Angela?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora