CAPITULO 12

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-¿Porque no soy pequeña, bien dotada y sensual? -preguntó, recordándole lo que él le había dicho en su oficina.
-Esos son requisitos para una aventura, no para un anillo de oro -respondió Sehun con aparente indiferencia, atando la gasa antes de pasar a la otra mano-. Para esposa quiero a una mujer madura que me ame y desee cuidar de mis hijos aunque no pueda prometerle todas las comodidades de la ciudad. Quiero a una mujer que no se amilane cuando las cosas se pongan difíciles, que trabaje a mi lado en el rancho porque le guste la tierra tanto como a mí -se encogió de hombros-. Quiero una mujer, no una niña.
____ cerró los ojos, aun sabiendo que las palabras de Sehun no tenían por qué dolerle tanto. No había ninguna razón para que ella se sintiera ofendida. Con toda seguridad no era la intención de Sehun herirla deliberadamente.
Sehun esa consciente de que lo que acababa de decir era una provocación por su parte. Oyó el eco de las palabras en su mente e hizo un gesto. Él había sido sincero, pero reconocía que debería haber pensado un poco más en los sentimientos de ella antes de hablar.
-Gatita de los ojos verdes -murmuró, acariciando la mejilla de ____ con un dedo-. Creo que me has interpretado mal; todo lo que he querido decir es que soy demasiado viejo para ti. Ya encontrarás a un chico de tu edad que te enseñe todo lo que debes saber acerca del amor y de la vida.
-Ya sé todo lo que quiero acerca de los manoseos de muchachos -replicó ____ con voz débil.
-Pero la vida no es sólo eso -comentó Sehun, sonriendo.
-Lo sé -murmuró ella, cerrando los ojos para no ver la expresión de Seuun-, pero has sido tú quien me lo ha enseñado, Sehun. Y no eres un niño.
-No voy a... -él se puso tenso.
-No estoy pidiéndotelo -le interrumpió ____-ni voy a pedirte que lo hagas. Pero si vuelves a darme una palmadita en la cabeza, prometo que te morderé.
-Y yo responderé, cariño, bien lo sabes. La idea te agrada -de pronto, Sehun dejó escapar una exclamación de disgusto-. ¡Diablos! ya hemos empezado de nuevo a arrojar leña al fuego. Al menos yo debería evitar que ocurriera esto. ¿Alguna vez te has preguntado por qué insisto en que eres demasiado joven?
Con los ojos muy abiertos y mordiéndose el labio inferior, ____ negó con la cabeza. En silencio, Sehun retiró su silla y se puso de pie ya sin tratar de ocultar lo que ella era capaz de provocarle. La joven abrió más los ojos al ver que él también comenzaba a excitarse.
-Mi subconsciente insiste en que no debo poseerte -señaló Sehun de pronto-. No quiero escuchar a una jovencita que no sabe más que susurrar palabras de amor, pero te deseo, cariño, con la fuerza de fuego del infierno, ¿ahora comprendes por qué te pido que no me obligues a hacerlo?
____ asintió en silencio. El pensar en que ella pudiese excitarle de esa forma le hacía experimentar una gran satisfacción. Sehun esperaba que ____ se asustase o sintiese repulsión por su intenso deseo, y se quedó muy sorprendido al advertir que a la joven le ocurría exactamente lo mismo.
-Dios mío!, ¿cómo es que todavía eres virgen?
-Por que no te había conocido -respondió ella con una irónica sonrisa. Abrió los ojos y se enfrentó a su mirada-. Tengo demasiado respeto por mí misma como para perseguir a un hombre que no busca
más que una aventura, así que relájate, vaquero. No te quitaría la ropa aunque pudiese hacerlo -añadió mirándose las manos vendadas.
-Siempre eres igual de respondona, ¿no es así? -preguntó Sehun, sonriendo contra su voluntad. ____ lanzó una carcajada.
-Sí, supongo que sí. Fue la única forma de conservar la calma cuando los entrenadores me gritaban. Les sonreía y les decía que eran maravillosos. Algunos hasta se lo creían.
-¿Entrenadores? ¿Qué eres, una profesional del tenis?

-No, del agua. Así fue como conocí a tu primo. Es uno de los más fuertes patrocinadores del equipo de natación. Encuentra trabajos para... -____ se detuvo al oír que alguien llamaba a Sehun desde el patio.
-Por aquí, Chen -respondió Sehun.
Se abrió la puerta exterior de la cocina y alguien exclamó:
-Ese holgazán hijo de perra. D.O ya se ha metido en otra de sus borracheras. Si me lo preguntas, te diré que deberíamos colgarlo de sus diminutos... -se produjo un silencio embarazoso en el instante que Chen vio a ____-. Eh... disculpe, señorita, no sabía que el jefe estuviese con alguien.
-No hay problemas -replicó ____ sonriendo al rubio vaquero-. El maldecir es uno de los deportes favoritos en el lugar de donde vengo.
-¿Sí? ¿De dónde viene usted? -preguntó Chen sonriéndole.
-De la Ciudad del Pecado -respondió ella guiñándole un ojo. Molesto, Sehun vio cómo los dos jóvenes habían simpatizado en seguida, y deseó coger a Chen por el cuello y sacarle de la cocina.
-¿Has traído las cartas? -preguntó con sequedad.
-No, señor -fue la instintiva respuesta del joven.
-Ve por ellas mientras desensillo a Blackjack y reúne a los muchachos. Luego veremos quién reemplazará a D.O y quién lo llevará al pueblo.
-¿Al pueblo?
-Al pueblo. Ésta es la última parranda de D.O en el rancho. Nosotros mismos cocinaremos mientras consigo un sustituto.
-Los muchachos no estarán satisfechos-Sehun hizo un gesto de
desprecio.
____ advirtió el disgusto en el rostro de Chen. Era evidente que a nadie le agradaba cocinar. Su suposición quedó confirmada al oír el portazo que Sehun dio al salir y los gritos de protesta de los demás cuando les comunicó la noticia.

PASION ARDIENTE  (sehun y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora