"Notas de un diario"

V: "Un ápice de esperanza"

Mis pies pisan duro y sonoramente el suelo de mármol de la comisaría.

Peter gira su cabeza al escucharme tras él.

- ¡Matt! -mi respiración es tan agitada que ni me permite responderle - Siéntate -señala la silla que hay frente a su escritorio-

- ¿Habéis averiguado algo? -siento mi cuerpo pesado como el hormigón-

Obedientemente dejo mi cuerpo caer en la silla forrada de cuero negro.

Le miro atento.

Confío en Peter y en su brigada de policía.

Confío en que hayan averiguado algo sobre Eider...pero me asusta a la vez lo que pueda decirme.

- En primer lugar quería avisarte de que Jake, el padre de Eider, se ha declarado culpable de maltrato a su hija.

Mi cuerpo se tensa, siento los músculos engarrotados. Aprieto mis puños, clavando mis uñas en ellos.

- Ese hijo de puta merece pudrirse en la trena -gruño entre dientes-

- Le van a rebajar la condena, Matt... -mi mirada llena de odio analiza el semblante autoritario de Peter-

- ¿De cuanto estamos hablando?... -me sorprende la serenidad con la que consigo articular mis palabras-

- De dos a cuatro años... -golpeo la mesa levantándome enfurecido-

- ¿¡Cuatro años!? ¿Cuatro años y lo sueltan en la calle? -grito exasperado-

- Es un padre de familia normal y corriente, Matt. Golpeó a su hija por culpa del alcohol.

- ¿¡Le defiendes!? -me siento traicionado-

- Te recuerdo que no es el único que puede cumplir condena...¡y sin ir borracho! -me señala malhumorado y frunzo mi ceño- Estás acusado de agresión y allanamiento de morada, Matt -se cruza de brazos, claramente molesto -

Río, incrédulo.

Río, llevando mis manos a mi pelo y tirando de él.

- ¿Sabes en el lío en el que te has metido? -ahora es él el que golpea su escritorio con fuerza, haciendo tintinear su taza de café-

- Fue en defensa propia... -Peter ladea su cabeza poniendo en blanco sus ojos- ¿Qué querías que hiciera? ¿Quedarme de brazos cruzados? ¿Dejar que siguiera maltratando a su hija? -aprieto mi mandíbula-

- Si tan seguro estabas de que esa chica estaba en peligro, ¿porqué no acudiste a mí antes? -su reprimenda hace que me cabree aún más-

- ¿Con qué pruebas Peter? ¿Me habrías creído de haberlo hecho? -le miro fijamente a los ojos y percibo el duelo en el que se encuentra en estos momentos-

Por una parte sabe que llevo razón, y sé que intenta salvarme el pellejo a toda costa... Pero tanto él como yo sabemos que no será fácil librarme de esa condena de la que me acusan...

- Hubiese intentado creerte Matt ¡Y te hubiese ayudado! -me grita- ¡Eres un idiota! -camina de un lado a otro- Siempre actuabas sin cabeza y lo sigues haciendo, ¡un completo idiota! -grita mirándome muy serio-

- No mezcles lo personal con esto ahora, Pet... -digo con suavidad a pesar de todo-

Sus ojos se nublan y aparta su mirada de mí.

Sé que aún le duele todo lo que ocurrió.

Jamás se perdonará por ello, sin que él tuviera la culpa.

Pero no quiero que mezcle el pasado con todo esto ahora.

- ¿De cuanto sería mi condena? -su mirada vuelve a mí, fría y distante.