Banshee ▷ Ron Weasley

Capítulo 1

Capítulo 1: Grimmauld Place.

—Vamos Demetria—murmuraba la chica estando adelante de dos edificios de Grimmauld place— Solo piensa en el número 12, tal y como dijo Hermione...

Demetria cerró su ojos y respiró fondo para vaciar su mente y pensar sólo en aquel número, lo cual era un poco complicado para ella debido a que, generalmente, rondaban muchas cosas por cabeza. De pronto, vio como entre ambos edificios se abría otro. Era el más viejo de todos, las ventanas se veían algo dañadas, tenían muchos rayones y sin embargo estaban cerradas.

La rubia se acercó con su baúl y su lechuza a la puerta de color marrón, que ya estaba un poco desgastada pareciendo gris; toco unas tres veces y espero. Miró alrededor. Realmente impresionante, aún estando varios años en ese mundo, como las personas ni siquiera se inmutaban y los demás edificios no se veían afectados ante la aparición o desaparición del mismo.

Al segundo la puerta se abrió dejando ver a una mujer algo regordeta, bajita, pelirroja, con pecas y de ojos celestes haciendo que posara la vista en ella. Molly Weasley, madre de seis hijos, una hija y esposa de Arthur Weasley, se hallaba en la puerta mirando a Demetria con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Querida! ¡Qué bueno volver a verte! —exclamó al verla. La chica se dejó envolver por la embriagadora energía que la mujer irradiaba de ella—. Ven, pasa, pasa, ¡Cuánto creciste!

—Que bueno es volver a verla, señora Weasley —no pudo evitar corresponder la sonrisa.

—Cariño, ya te he dicho que me llame Molly —dijo la señora Weasley, siempre era así pero no podía decirle con su nombre de pila, lo sentía irrepetuoso más con el gran respeto que le tenía a la mujer—. Hermione y Ron están arriba. Tú dormirás junto a Ginny y Hermione.

—Señora... Molly —se corrigió antes de que la mencionada le vuelva a regañar—. ¿Aún no llega Harry?

—Oh no, querida, pero dentro de unas semanas vendrá.

Demetria se apresuró a subir las escaleras con emoción luego de despedirse de la Señora Molly avisandole que iba a ver a los chicos. Al abrir la puerta de una de las habitaciones una melena castaña saltó sobre ella abrazándola con fuerzas.

—¡Ryn! —exclamó sin soltarla mientras que la mencionada le correspondía el abrazo con la misma fuerza—. Te extrañe mucho.

—Yo igual, Hermione.

—¿Y yo soy pared o que? —el chico pelirrojo con ojos azules se quejó haciendo que la rubia se separa de su amiga y le abrazara. Estaba mucho más alto, lo que le hacía dudar si era realmente posible crecer tanto en sólo tres meses.

—También te extrañe, Ronald.

—Creo que todavía no aprendes que mi nombre es Ron, no Ronald.

—Claro que lo sé, solo que me gusta molestarte.

—No cambiaste nada, Camelia.

—Tu tampoco, Bilius.

Les había extrañado demasiado, aún no se acostumbraba al cambio brusco de verlos todo un año seguido compartiendo casi todo entre ellos a no verlos por tres meses, era exasperante sobre todo porque vivían lejos uno de otro. En definitiva ya estaba planeando quedarse en casa de Ron o de Hermione para las próximas vacaciones.

—¿A caso mis ojos ven una ilusión? — una voz habló detrás de ellos e hizo que se dieran vuelta ora ver a dos hermanos gemelos en la puerta. Seguían teniendo la misma sonrisa traviesa de siempre, y su pelo también estaba mucho mas corto que él año anterior.