Aquí estoy yo con un beso quemándome los labios,
es para ti, puede tu vida cambiar, déjame entrar.
Aquí estoy yo, abriéndote mi corazón,
llenando tu falta de amor, cerrándole el paso al dolor,
no temas yo te cuidaré, sólo aceptame.Me bañe una hora después del atentado. Dieron las seis de la mañana y yo ya había ido por el segundo café de la madrugada/mañana. Cuando pase por la puerta de Harry escuche sonidos. Música muy bajita, debe estar haciendo ejercicio, pensé. Toque ligeramente la puerta y abrió.
Y sí, estaba todo sudado y con solo sus bóxers negros como los míos.
– ¿Pasó algo?– interrogó inmediatamente.
Calle unos instantes.
– Sí, pero fue a media noche.
– ¿y por qué no me hablaste?
– Porque estabas dormido.Se pasó una mano por el cabello un poco mojado por el sudor.
– y bien, ¿Qué pasó?
– Coraline se levantó en el aire y cuando la baje una voz salió de su boca diciendo algo como 'estoy adentro' y después volvió a su sueño. No sin antes tener los ojos completamente blancos.Se quedó en silencio por tiempo que me pareció eterno.
– Así que todavía no estaba adentro.– murmuró más para él.
Respiro pesadamente.
No lo había visto de esa manera. Seguía tan asustado por esa voz que no me puse a pensar de esa forma. ¿Si hubiéramos llegado más temprano hubiéramos evitado la entrada de esa cosa? No lo sabía.
Además, el hubiera no existe.
– Me bañaré. Despierta a Coraline para tomar un pequeño desayuno antes de ir con el padre.
Asentí y salí de ahí.
Entre al cuarto de nosotros y Coraline no estaba en la cama. Abrí los ojos de golpe, cuando escuche la regadera soltando agua.
Respire porque contuve el aire. Solo se está bañando. Me puse una camiseta blanca, abroche los botones para ponerme unos pantalones azul oscuros.
Coraline salió del baño con un pantalón blanco, blusa negra de manga larga con brillantes plateados. Estaba secándose el cabello con la toalla cuando me vio y intentó una sonrisa.
– Buenos días.– Volví a escuchar esa voz angelical y no la demoníaca.
Esa era mi Coraline.
– Buenos días, pequeña.– me acerqué a besar su frente.
– Es impresionante que siempre seas tú que se levanta primero.– dijo en berrinche arrugando la nariz.La abrace fuerte riendo por su actitud.
– Los años se empiezan a notar, ¿No crees?– bese su cabello húmedo.
– Qué.– dijo entre risas.– No manches, Edward.– dijo en español riendo más fuerte.– Si solo tienes 21 años.
– Dos años más son dos años.– dije con una sonrisa en mis labios.
– Estas incapaz.– dijo en mi pecho, levantó su cabeza y beso mi mejilla.
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"Let me in" H.S
Paranormal"La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.- Platón." OJO: Esta historia es hecha por mi imaginación pero está basada en historias ya realizadas. Solo tome temas importantes y lo cruce con mi creativid...