Capítulo 5. De frente a la pesadilla.

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No pude alejar ese pensamiento de mi mente, cada vez las preguntas se incrementaban y no conseguía sus malditas respuestas.

"Las consecuencias pueden llegar en el momento menos inesperado." 

Transcurrieron las clases de un modo inusual, todos evitaban colocar una mirada en mi pero como ya es usual hacían comentarios de mierda, sacaban fotos y más cosas de esas, pero bueno el ignorarlos esta vez no fue tan complicado como en otros días.

Estaba en la entrada de la escuela para ir a casa, o bueno, al orfanato. Lo único que quiero es que no se vuelva ha aparecer tipo, no fue para nada gracioso que esa vez diera un estúpido discurso...

Esta vez el camino para mí se me hacía más largo de lo normal, cada paso que daba era como si el camino se alargara. Solo quería llegar de una maldita vez, pero tenía que llegar el que se hace llamar 'Jeff The Killer'.

¿Qué tenemos aquí?

Ese tono de "Hombre malo" me producía más gracia que miedo.

Ahora, ¿Qué quieres, 'Jeff The Killer'?-

No pude evitar hacer comillas con mis dedos al pronunciar su nombre.

Venía a darte un pequeño concejo, acelera el paso, vas a tener una gran sorpresa.-

Sus palabras me hicieron temer por Luz, mi mente se llenó de pensamientos inexplicables. Si algo sucede con ella desataría el infierno mismo. Sin pensarlo dos veces, lo tomé del cuello de su sudadera y lo miré con un odio inexpresable.

Oye pesado de mierda, si le has hecho algo a Luz te arrepentirás por el resto de tu miserable existencia.-

¿Ella es tan importante para ti? Solo es una persona sin nada mejor que hacer ¿no crees que hay mejores opciones para divertirse?-

Su sonrisa tallada se ensanchó aún más y lo solté de un empujón, le di un golpe en la mejilla que casi se convirtió en un puñetazo.

Si te atreves a poner un solo dedo, te juro que seré tu peor pesadilla. Voy a destrozar cada maldito rastro de ti y haré que ruegues por la muerte.-

No sería divertido sin compañía, me encantaría ser testigo cuando tus ilusiones y esperanzas se desvanecen en la nada.-

Se rió eufóricamente, como si sus palabras fueran parte de un mal chiste.

Qué lástima das Jeff.-

Respondí con una sonrisa burlona y con desaire, me aparté para continuar mi camino. Sin embargo, cuando creí que lo había dejado atrás, me tomó de la mano izquierda y me acercó peligrosamente a él, susurrándome.

¿Por qué tan agresiva?-

Se acercó aún más pude ver claramente que aquel ser no tenía labios, se los había arrancado, y su sonrisa tallada en el rostro era grotesca y macabra. Antes de que pudiera reaccionar, sus labios desfigurados se posaron en mi cuello, dejándome una sensación de asco y repulsión. Nunca había experimentado una "atención" tan desagradable y perturbadora, y mucho menos proveniente de un demente como él. Sin pensar respondí con un impulso visceral y propiné una brusca patada en su entrepierna, una queja se escapó de sus labios desfigurados mientras caía al suelo.

Maldita zorra, se nota que tienes bastante fuerza para alguien deforme como tú.- 

La confianza que había mostrado quedo por los suelos.

¿Deforme? ¿Quién se creía para llamarme así? Mi ira ardía en mi interior, pero recordé que no debía dejarme llevar por alguien que ni siquiera me conocía y me juzgaba sin argumentos. Cerré los puños con fuerza, sintiendo las uñas clavarse en las palmas de mis manos.

Respiré hondo, llenando mis pulmones de aire fresco y di media vuelta apresurando el paso, deseando llegar lo más rápido posible a mi cuarto para encerrarme y desahogar mi frustración.

Las sombras del atisbo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora