Mi corazón latía con fuerza mientras me enfrentaba nuevamente a la presencia de Jeff. Aunque estaba dispuesta a enfrentarlo si era necesario, mis heridas actuales me ponían en una desventaja evidente. Jeff permanecía en silencio, sin pronunciar ni una sola palabra, y eso solo aumentaba la tensión en el ambiente.
De repente, el siniestro personaje arrojó una botella de agua y algunos suplementos sobre la desgastada mesa del centro de la cabaña. ¿Qué pretende? Me sentí confundida por este gesto inesperado, pero algo dentro de mí me decía que tal vez Jeff no era tan despiadado como su reputación sugería.
Aunque desconfiaba de sus intenciones, sabía que no tenía muchas opciones en mi estado. Decidí tomar los suministros y me quité la ropa ensangrentada de la parte superior de mi cuerpo para poder curarlas adecuadamente. Mientras lo hacía, Jeff me observaba fijamente con una mirada inescrutable que desconcertaba mis sentidos. Sin embargo, ya no me importaba tanto comprenderlo; lo más importante era sanarlas como se debe.
Incapaz de contener mi curiosidad, no pude evitar preguntar en voz alta. ¿Por qué? ¿Sentimientos de culpa?.-
Jeff me miró por un momento, y su expresión desolada me envolvió. Parecía como si estuviera luchando consigo mismo, como si ocultara algo. Finalmente, habló en un tono rítmico pero perturbador. No tengo muchas debilidades en este mundo además de lo mortal, pero tú pareces ser una de ellas. No quiero que mueras todavía... quiero ser yo quien acabe contigo.-
Sus palabras eran amenazadoras, pero pude percibir cierta vacilación en su voz. Era como si estuviera atrapado entre dos facetas de su personalidad, y eso me desconcertó. Aquella revelación dejó mi mente perpleja.
El silencio volvió a apoderarse de la cabaña mientras continuaba curando mis heridas y Jeff permanecía vigilante. La situación seguía siendo peligrosa e impredecible, pero me aferraba a la posibilidad de encontrar la redención, no solo para mí, sino también para aquel atormentado ser frente a mí.
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Las sombras del atisbo.
De TodoVivo un desgarrador dilema entre lo que soy y lo que debería ser. El tormento de mi verdadero yo.