La hija de Hershel Greene © - [Terminada]

La llegada de una Greene

Me desperté más temprano de lo habitual, hora exacta 5:30 am. Hoy no tenía trabajo ya que después de la muerte de la señora Greene decidí tomarme unas merecidas vacaciones.

Mi celular vibró, decidí restarle importancia seguro era del trabajo y quería estar despejado.

Hace una semana fue enterrada Annette, asistieron muchas personas pero algo extraño que note fue de que la familia Greene estaba distanciada, aquella familia siempre guardaban secretos.

Mi celular volvió a resonar por tercera vez y decidí abrir los mensajes.

¡Hola! Sé que no haz sabido de mí por mucho tiempo, pero quería decirte de que estoy volviendo a casa,  por favor me puedes recoger del aeropuerto a las 7.
                                                                                                                         -Beth Greene     
 
Beth ya estaba de regreso a su tierra natal y entre tantos me había pedido a mí para ir a recogerla ¡Me sentía estupendo!

Estúpido ¿Te haz fijado en la hora que es?

Volteé mi cara y eran las 6:30¿tan rápido había pasado el tiempo? Me vestí en tiempo récord y subí a mi auto, literalmente volé hasta el aeropuerto.

Entré corriendo al aeropuerto, miré por todos lados y ella no estaba seguramente se fue, llegaba media hora con retraso, me  lamenté. Salí hacia el estacionamiento buscando mi auto, seguro estaría en casa de sus padres.

-Creo que llegas tarde- escuché una voz detrás mío, y ¡Dios! Era ella. Estaba totalmente cambiada, su cabello estaba más largo, su piel había tomado un toque más bronceado, su carita era la mismo con esos enormes ojos azules que tanto me gustaban. 

-¿Beth?- pregunté anonadado, estaba hermosa.

Cierra la boca que se te cae la baba idiota. Hablaron mis pensamientos

-La primera y la única- dijo con una sonrisa y corrió hacia mí dándome un enorme abrazo, esos que te dejan sin respiración.

La alce del suelo y le di un beso en su rubia cabellera -¡Mírate estas hermosa!- exclamé parecía un chiquillo.

-Gracias- se sonrojó sentí que mi comentario la incomodo.

-¿Quieres que te lleve donde tus padres?- ella negó -¿Quieres ir a tomar desayuno o a descansar?- ella prefirió la primera elección y fuimos subiendo a mi auto para ir a una cafetería cercana.

El camino hacia el pueblo era muy largo así que le hacia preguntas para no aburrirnos.

-¡Haz vuelto a casa!- volví a exclamar incrédulo, ella río. 

-He vuelto a donde pertenezco, ahora me siento más fuerte que nunca- me dijo con aires de superioridad -Siento que ya no hay nada que me detenga, ya no soy la de antes- me dijo. Me quedé pensativo ¿Que quería decir con eso?.

Al llegar a nuestro destino tuvimos que estacionar un poco lejos por decisión de Beth, vi que al bajar ella tomo una pequeña piedra de su bolsillo y me la extendió.