La hija de Hershel Greene © - [Terminada]

Una noche juntos

Abro mis ojos lentamente, miro el techo parcialmente blanco. Esperen ¿Techo? Si yo me encontraba en la playa.

¿En donde rayos estoy?

Institivamente agarro la lámpara como arma defensa, no vaya hacer que me atraviese con una loca más.

Unos pasos se acercan muy rápidos y son los de ¿Rick? Que extraño.

-¿Como me encontraste?- pregunté apenas le vi.

-Tienes suerte de no haber muerto de hipotermia- me regaña -Y gracias Rick por haberme ayudado- imita mi voz.

Río.

-Venga, he pedido una pizza- sonrió en forma de una gracias, moría de hambre.

Después de treinta minutos una rica pizza hawaina se encuentra sobre la mesa.

Noto como Rick come lento y pausado, en cambio yo lo devoro como gladiador. El solo se ríe. Maldito.

-Noto que una chiquilla tiene mucho apetito- bromea.

Sin tomarle importancia sigo comiendo, esta muy rica.

-Ire por unos vasos.

Mientras que el se retira por esos dichosos vasos yo sigo comiendo, a este paso sere la hermana perdida de Peppa Pig.

Oigo que unos vasos se rompen, asi que corro inmediato a ver que sucedió.

Rick tiene una pequeña herida cortante en la mano izquierda.

-Tenemos que desinfectarlo, ire por un botiquín.

Corro al baño y saco alcohol con un par de venditas, esto sera suficiente.

-Eres buena en esto- dice mientras le pongo una bandita.

-¿Por algo soy la hija de Hershel Greene no?- el reí.

Al finalizar le beso la mano y le canto una canción que mamá solia cantarme cuando me golpeaba.

Sana colita de rana, sino sana hoy sanará mañana.

Al parecer mi canción da mucha risa pues Rick esta tirado en el suelo riendoso a mas no poder.

Me siento ofendida, es así que le tiro un par de almohadas.

-¿Ya no es tan gracioso cierto?-

Siento como me fulmina con la mirada aun estando de espaldas.

Y es así como el señor picon me tira un par de almohadazos, que maduro de su parte.

Comenzamos una pelea de almohadas, la mejor pelea de todas. Sin embargo no se que en momento todo se descontrolo.

El estaba encima mío agitado.

Rick me miraba fijamente y yo a él, podía sentir su corazón palpitar. Esto es excitante.

Sin aguantar más, me besa.

Un beso casto como el que le das a tu abuelita.

Pero yo no quiero eso, necesito más.

Lo sujeto del cuello con firmeza y lo tiro hacia mi. Nuestras lenguas se unen en un beso desesperado.

Subo mis piernas a sus caderas y las mantengo ahí, noto su creciente erección en mi pelvis.

Esto llegara a mayores si no lo detengo.

¿Me acostaria con el hombre que me vio crecer? ¿Amigo de mi padre? Me pasaria de pendeja.

El comienza a realizar un movimiento de arriba hacia abajo en mi zona prohibida, restregandose a mí.

Pero yo no quiero que así sea mi primera vez. ¿Les dije que era virgen? Pues lo soy, nunca lo hice con Ethan queria esperar hasta casarme.

No quiero que sea violento, me comienzo asustar asi es que alejo a Rick de mí.

-Lo siento- él asustado aun no entiende lo que pasa -Soy virgen- musite con vergüenza.

Veo como Rick se pone rojo y sale al baño molesto.

¿Ahora que hice?