La hija de Hershel Greene © - [Terminada]

Prevención

Ha pasado una semana desde que Rick me pidio ser su joven enamorada.

Fue tan serio y cursi a la vez.

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-¿Quieres ser mi enamorada Beth?- me propuso.

-Sí- chille, todo era romántico, perfecto. La cena, el lugar, las rosas, el bosque, los caballos, todo era ideal.

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Hoy era una de mis típicas salidas con Rick a montar.

-¿A donde vas?- me preguntó Shawn a través del marco de mi puerta.

-A montar- le dije como si fuera obvio.

-¿Con Rick?- dijo.

¿Acaso mi hermano se ha dado cuenta?.

Negué pero fue imposible con su mirada matadora. Desgraciado.

-Somos amigos- susurré con pena.

-Bueno comienza hacer amigos de tu edad- dijo -O tendré que darle un par de charlas- gritó.

Esperé que se fuera para poder respirar en paz.

Solo pensar que alguien podria descubrir nuestro amor clandestino me causaba ataques de pánico.

Me dirigí al establo y esperé a que Rick llegase.

-¿Quién es la niña más hermosa del planeta?- dijo detras mio Rick, el siempre tenia una manera de sonrojarme.

-Yo- reímos.

El me beso la frente como señal de partir.

Montamos un par de millas en el bosque mientras le contaba lo sucedido con Shawn.

-Tendremos que alejarnos un poco ¿No crees?- me pidió, el no queria levantar sospechas.

-Te extrañaría mucho- puse un tierno puchero.

-Haré lo necesario para poder estar a tu lado ¿si?- me acarició la mejilla.

Yo asentí, adoraba que me hiciera mimos.

-¿Cuando le diremos a mi familia de lo nuestro?- le pregunté mas el no respondió. Creo que se ha quedado paralizado con la pregunta.

-Aún no- dijo.

Eso me hizo pensar, el no queria aun que todos supieran que andabamos. ¿Acaso no me quiere?

-¿Pasa algo?- negué pero eso no fu suficiente para él pues me robo un beso.

Y despues otro beso más.

El señor Grimes queria jugar con fuego.

Esta vez fui yo quien le robó un beso. Y asi comenzamos a jugar, entre beso y beso la cosa llega a más sabrán.

Pues no se como estoy tumbada en el frio suelo del bosque dándome besos con mi gran amor.

Sin embargo yo no queria que mi primera vez sea asi, no es como yo lo quería.

-Rick no- musité -Aún no- eso basto para que Rick recapacitara de la emoción y se hiciese a un lado.

-Esta bien pequeña- dijo con una sonrisa -Será cuando tu lo desees-

Algo que amaba de él era que solia respetar mis decisiones.

-¿Nos vamos?- preguntó.

Subimos a nuestros caballos y fuimos con  rumbo al establo