Comienzo a correr mientras noto como los chicos que tengo al lado me empujan intentando hacerse paso. Ellos me ven como un adversario débil pero lo que ellos no saben es que llevo diez años entrenando para esto. Por el ruido que hacen mis pisadas deduzco que estoy entrando en el bosque. Un golpe que viene de mi derecha me deja sin aliento. La ira crece en mi pecho. Agudizando el oído localizo a mi adversario y acelerando un poco me coloco por delante. Sin piedad golpeo con mi pie al chico, que cae al suelo con un golpe seco y un grito de dolor. Sigo corriendo. Mis músculos arden pero no puedo parar. Entonces un leve siseo me llama la atención. Dos segundos después una flecha se clava en el árbol de mi izquierda. Los arqueros no nos matarían pero querrán dañarnos. Corro controlando los leves siseos. Eso me guía. Voy bien según mi mapa mental. Entonces choco. Jadeo en busca de aire. Una vocecilla en mi cabeza dice:Lexa, tú puedes. Vamos Lexa, arriba. Con energía e ignorando el dolor me levanto y sigo corriendo. Si mis cálculos son correctos, debo estar llegando al foso. Un chillido me alerta. Sí, acabo de llegar al foso. En el fondo del foso hay lanzas. Definitivamente no es un sitio agradable donde caer. Echándome hacia atrás y usando toda mi fuerza, salto. Tropiezo y caigo al suelo pero gracias a dios llegué al otro lado. Poniéndome de pie nuevamente, corro. Mi respiración es cada vez más superficial. Tengo sed y mis músculos piden un respiro pero no puedo parar. Tengo que quedar de los veinte primeros y antes conté cuarenta y cinco solo de mi tribu.
Un frío inunda mis pies. He llegado al río. Paso el río y a partir de aquí quedarán unos 3 kilómetros. Con mis últimas fuerzas acelero y corro velozmente. Los sonidos de los pájaros y las ramas desplazadas por el aire llenan mis oídos. Finalmente oigo el grito de la gente. Estoy llegando al pueblo. Cuando unos brazos me rodean respiro aliviada. He finalizado la carrera.
Cuando me quito la venda veo la explanada vacía de corredores excepto de uno. Es un chico alto,moreno y atlético. No es de mi tribu, por lo que es de las montañas. Pasa el tiempo y los corredores van llegando poco a poco. Al final los cuarenta corredores quedan clasificados siendo yo la única chica. Ahora queda la parte más difícil. Superar a los cuarenta chicos y conseguir su respeto y apoyo. Todo eso si no muero antes en el bosque. Aunque pensándolo bien, si no consigo ganar o por lo menos que el futuro rey me crea relevante, morire de todas formas. Ahora todo depende de mi astucia.
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Reinaré En El Norte
PertualanganAño 2300. Tras la tercera guerra mundial de 2100 el mundo quedó destrozado. Las tribus de hace siglos han vuelto a ser el sistema de vida. La fauna y la flora han cambiado mucho por la radiación. Todo es muy distinto. En la región del Norte de lo qu...