Corazon Salvaje //sasusaku//

Capítulo diez:un sonido melifluo

    Frente a mi el enorme palacio se alzaba y se erguía con confianza y fuerza. Sus colores eran claros y otros eran de un dorado penetrante y puro, era de oro. Las puertas estaban abiertas y dejaban a la vista un enorme y amplio salón, adornado por muebles de limpias maderas y un etéreo oro, de telas que a la vista eran suaves y bellas. Las paredes estaban decoradas por cuadros exóticos de colores diversos y cada uno era mas orinal que otro. A los extremos del salón se veían amplios umbrales que, seguramente , guiaban a otras habitaciones de similar belleza. Y en el fondo del salón dos escaleras se abrían en forma de V inversa, sus escalones parecían brillas en su mas extrema blancura. Al final de la escalera se encontraba un hombre de despeinados cabellos plateados, vestimentas extravagantes y una extraña mascara que tapaba la mitad de su rostro dándole un aire misterioso junto a otro hombre con un extraño pelo negro, con extrañas vestimentas verdes y un aire vigoroso y alegre.

Se me paro el corazón al observar bien al hombre de cabello plateado, si antes estaba sudando frio por lo que dijo Sasuke, ahora me sentía congelada, sin voz, sin posibilidad de razonar que estaba sucediendo en el momento. Unas inmensas ganas de salir corriendo del lugar, de volver a lo que antes era mi casa, de volver a vivir esa mentira tejida por Naruto, se agruparon en mis pensamientos cuando vi como el hombre de cabello plateado bajaba las escaleras. con el pecho alzado y dándole un perfil seguro y firme, es aura se esfumo cuando el llego al piso y se acerco a paso vacilante hacia mi , nervioso en inseguro.

En ultimo momento cambio de parecer y camino hacia Sasuke, saco una enorme y larga espada, que tenia gravados de otro idioma desconocido para mi, la coloco en el hombro de Sasuke, el se mantenía erguido con los pulmones llenos de aire y la mirada clavada en la de el, luego puso la espada en su pectoral izquierdo, justo sobre su corazón. Clavo levemente la punta causando que la tela se manchara de sangre, iba a interrumpir, pero el aparto la espada y Sasuke se arrodillo sobre una de sus rodillas y con una mano sobre su herida se inclinó en una reverencia.

-Mi señor-hablo en voz alta Sasuke, casi gritando.

-Se le pagara con lo prometido, por haber cumplido con mi pedido- hablo el hombre, con seriedad, pero luego sus ojos se llenaron de serenidad y dulzura- gracias por traerla- Sasuke también relajo los hombros antes tensos y le respondió con un asentimiento de cabeza, cuando el hombre se dirigió hacia el resto de la tripulación, Sasuke giro su rostro hacia mi debió de ver la confusión que demostraba con mi rostro porque me dio una sonrisa tranquilizadora. Gire mi rostro cuando escuche un ruido, era la tripulación, todos se arrodillaban y habían una reverencia igual a la de Sasuke. Luego el plateado se dio la vuelta y clavo su mirada en mi, al llegar enfrente de mi, acuno mis mejillas, rodeándola con cuidado como si temiera romperme-Sakura, mi preciosa Sakura- Saca una de sus manos y la coloca en su mentón, toma su mascara entre su dedo índice y el pulgar, tira hacia abajo dejándome ver se elegante rostro, que es decorado por una enorme sonrisa unas lagrimas que recorren su rostro-oh mi hija-

Me quede estática cuando lo escuche y pensé que mi corazón dejo latir cuando me rodeo con los brazos, uno por mi cintura y otro por encima de mis hombros. Con una fuerza inexistente lo empuje, una expresión de sorpresa inundo su rostro. Entonces caí en la cuanta de que el era Kakashi, mi progenitor, mi padre no, un padre no abandona.

-No tienes derecho de llamarme así- lo señale con mi dedo de forma acusadora- usted me abandono a mi madre y a mi; nos dejo y no formo parte de mi vida, en cambio en la vida de mi madre usted solo a sido un mal recuerdo que ella ve en mi y por eso me odia- le grite mientras una lágrima escapaba de cada uno de mis ojos.

Me sentía dolida porque una persona que no conozco dice ser mi padre, una figura que nunca formo parte de mi vida. Dolida, porque herede el odio que mi madre sentía por él, porque de la nada este hombre quería interrumpir en mi vida sin tomar en cuanta mis sentimientos.