Era un mal día, había empezado mal y por lo visto seguiría siéndolo.
Una vez más iba tarde para la escuela, aunque no tenía una buena imagen que mantener pues ni sus profesores ni sus compañeros ni nadie esperaba nada, seguía teniendo orgullo propio.
Soltó un pequeño gruñido, era imposible que estuviera a tiempo para el primer período pero si lograba colarse, podría llegar al segundo y con un poco de esfuerzo, aquel año sería su graduación.
Lo malo era que aún faltaba bastante para que el año terminara y no estaba haciendo muchos méritos.
También era tarde para conseguir una buena reputación, pero aquello había dejado de importarle, de hecho solía contribuir con sus acciones para empeorarla, si eso era posible.
Dio un rodeo a la entrada y llegó hasta uno de los paredones bajos del costado de los jardines de la escuela, no tenía opción, tendría que trepar.
Primero arrojó su mochila y deseó que no le hubiera dado a nadie en la cabeza, luego empezó la tarea de escalar el muro.
Usualmente en las películas era fácil, tenía muy buen estado físico pero fue incómodo y cuando cayó se sintió más como una bolsa de papas que como un atleta de élite.
-¡Auch! – exclamó en voz alta al aterrizar con poca gracia y golpeándose una rodilla.
- ¿Estás bien? – preguntó alguien y ella elevó la mirada espantada. Era el delegado de su clase, y no sólo sostenía su mochila - parecía que sí le había dado a alguien después de todo- sino que la había contemplado mientras se colaba en la escuela y se descolgaba muy poco elegantemente del muro. La habían descubierto doblemente, y bajó el rostro al sentir que se sonrojaba, acababa de recordar que además llevaba aquella maldita falda del uniforme y que probablemente le había dado un buen espectáculo al mejor alumno del colegio. Pero no quería que él lo notara.
Lena se acercó a él y le arrebató la mochila de la mano.
-Estoy bien...- casi gruñó y siguió caminando como si nada. Si era rápida, él quizás lo dejara pasar.
-Helena Wilde, llegas tarde a clases....-dijo él a sus espaldas y ella maldijo en voz baja.
-¿Y ? – preguntó con tono feroz mientras se giraba para enfrentarlo , de pronto le dio mucha rabia que él fuera más alto y la mirara desde arriba, eso la hacía sentir muy insignificante en aquel momento.
-Y... estás herida, quizás deberías ir a enfermería – contestó él y luego se dio media vuelta y se marchó.
Lena lo miró alejarse sorprendida, nunca hubiera imaginado que Benedict Cole la cubriera, o al menos que no la delatara.
A pesar de que iban a la misma clase no solían tener mucho trato, no sólo porque él parecía ser de un mundo diferente y fuera alguien de naturaleza reservada, sino porque de por sí ella no era cercana a nadie de aquel lugar.
Era una especie de paria, un poco por culpa de los demás y otro poco por su propia responsabilidad.
Jamás habría esperado aquel gesto de parte de Benedict, de él menos que de nadie, estaba tan sorprendida que se quedó clavada en el lugar observándolo alejarse hasta que salió de su campo de visión.
Luego también ella se marchó hacia la enfermería, no sólo se había librado de que la delataran sino que Benedict le había dado una excusa para su llegada tarde, si iba a la enfermería y luego volvía a clases podría decir que había estado allí durante el primer período y librarse de la falta.
Se preguntó si él había sido consciente de que le estaba proporcionando no sólo un consejo sino también una coartada.
Helena logró que en la enfermería la atendieran y que también le dieran una constancia de que había estado allí sin hacerle muchas preguntas, quizás su mala fama tenía un alcance mayor de lo que pensaba. Al menos podría entrar al segundo período sin problema alguno.
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Conociéndote
Teen FictionHelena tiene la reputación de ser la chica mala de la escuela, sin embargo Ben sabe muy bien que las personas suelen pornerse máscaras para esconderse y que las reputaciones, malas o buenas, siempre funcionan como un refugio para ocultar heridas. Él...