Lena sentía que estaba en una mala película, acaban de terminar la clase de Geografía y estaban a punto de salir al recreo, cuando la rubia empezó a acusarla de robarle su teléfono celular.
-Estás loca- le dijo Lena mientras intentaba calmarse, sabía que si aquello se hacía más grande ella sería la principal perjudicada.
-Ella tiene mi celular, la vi tomarlo.....- acusó la chica y en el pequeño grupo de compañeros que estaban presentes se levantó un murmullo acusatorio.
-Yo no soy una ladrona, búscalo, lo has de haber perdido – respondió ella respirando con fuerza. Podía ver como Lorena, tal era el nombre de su acusadora, se veía rodeada y apoyada por sus amigos. Al menos tenía que agradecer que Benedict no estuviera presente para presenciar aquello
-Si eres inocente, déjame ver tu mochila.- pidió la chica sonando compungida, pero ella no se tragaba si actuación. No tenía por qué soportar aquello.
-No lo haré.- dijo Lena y se puso la mochila al hombro.
-¡Ven! No quiere mostrar su mochila, ella lo tiene.- acusó la chica nuevamente.
-Llamemos al profesor – dijo alguien y Lena empezó a marcharse, que la detuvieran si podían.
-No es necesario – dijo alguien desde la puerta y la voz de Ben detuvo los murmullos. Lena casi se estrelló contra él mientras iba de salida.
-Me voy...-susurró ella.
-No. Y no me pegues – dijo él quien en un rápido movimiento le quitó la mochila, la lanzó hacia los demás y atrapó a Helena entre sus brazos girándola hacia los demás.
-Suéltame—siseó ella enfurecida por aquello, pero debió imaginar que no podía confiar en él.
-Revisen la mochila- dijo él y ella se retorció tratando de escapar, pero Benedict era fuerte y para librarse de él tendría que lanzarlo al suelo haciendo que el circo se hiciera más grande.
-Gracias, Benedict – susurró la rubia sonriendo.
-Pero si no está allí, deberás disculparte – dijo él y su voz sonó dura.
Una de las amigas de Lorena se apresuró a volcar el contenido del bolso de Lena en la mesa. Sólo tenía un libro, el cuadernillo, sus útiles escolares y su propio teléfono. Nada más.
-No está...- dijo la rubia confundida y Ben aflojó el agarre sobre Helena para dejarla ir a recoger sus cosas.
-Ahora muéstranos tu mochila, Lorena – dijo Ben para sorpresa de todos.
-¿Qué? – preguntó extrañada
-Lo justo es justo, acabas de acusar a alguien, así que mejor dejar todo claro – dijo él.
-No creo que sea necesario...-dijo ella Y Ben sonrió, pero era una sonrisa carente de humor.
-¿Lo haces tú o lo hago yo Lorena? – dijo y la chica abrió su mochila de mala gana.
-De acuerdo....pero yo soy la víctima aquí...-insistió y volcó el contenido de su mochila para que los demás lo vieran. Y allí entre sus útiles, libros y maquillajes estaba el teléfono que decía haber perdido.
-¿Ése es tu teléfono? ¿Verdad? – preguntó Ben.
-Sí...-medio susurró ella ruborizada por los comentarios de los demás que de pronto se habían vuelto en su contra.
-Entonces , creo que debes una disculpa, ¿no? – preguntó y se cruzó de brazos para reforzar su punto.
-Yo..yo...
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Conociéndote
Ficção AdolescenteHelena tiene la reputación de ser la chica mala de la escuela, sin embargo Ben sabe muy bien que las personas suelen pornerse máscaras para esconderse y que las reputaciones, malas o buenas, siempre funcionan como un refugio para ocultar heridas. Él...