Capítulo 13

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Apenas se separó de ella, Ben la tomó de la mano.

-Vamos a buscar algo para curar tu herida, tu hermano va a matarme – dijo sin darle tiempo a Helena para reaccionar. De hecho estaba aterrado de que ella se enojara o lo rechazara, así que lo mejor era quitarle peso aunque la ligera caricia le había acelerado el pulso.

Lena sentía que solamente la cálida mano del chico la mantenía anclada a la realidad, de no ser por eso podría salir volando o ser arrastrada por el torbellino de mociones que sentía.

Había pasado de la alegría por la salida , a la adrenalina por capturar al ladrón para caer en la total desesperación después, e inmediatamente había sido reanimada por el beso de Benedict, por aquel dulce primer beso que aún le latía en los labios.

No sabía qué hacer ni que decir, así que se dejó arrastrar por él

Un rato después estaba sentada en la pared de un cantero mientras Ben le limpiaba la herida y le ponía una bandita, había pensado decirle que lo haría ella misma porque era incómodo pero él no le había dado la oportunidad. Y ahora estaba fascinada viéndolo tan concentrado en curarla.

-¿Puedes caminar? – preguntó preocupado cuando acabó su tarea de curación.

-Sí, he recibido heridas peores...no soy tan delicada – dijo algo avergonzada.

-Lo sé, pero estabas conmigo, no se suponía que salieras lastimada.

-No eres responsable de mí, ni tienes que cuidarme...

-Pero quiero hacerlo - dijo él y la miró tan intensamente que Lena se sonrojó.

-Gracias, creo. – respondió ella y él rió.

-¿Vamos a comer?

- Estoy...un poco...- dijo ella haciendo un gesto vago a su apariencia.

-Estás preciosa y sólo iremos a algún lugar de comida rápida, algo para reponer fuerzas. ¿De acuerdo?

-De acuerdo...quiero doble porción de papas fritas – dijo ella sonriendo.

-Creo que lo mereces – respondió Ben y extendió su mano. Lena dudó un segundo, luego la agarró fuertemente.

Comieron hamburguesas con papas fritas mientras comentaban la película y hablaba de todo un poco.

Ninguno de los dos mencionó el beso ni nada que alterara el buen ambiente que habían logrado recrear tras el incidente. Simplemente disfrutaron el estar juntos.

Luego caminaron un rato mientras comían un helado.

-Hora de volver ...- dijo Benedict y Helena suspiró como si lamentara que terminara su cita.

-¿Cumpliendo las reglas de nuevo, delegado?

-Por supuesto, siempre sigo las reglas ¿Tú quieres vagabundear de noche? ¿Volver a casa a la madrugada, chica mala? – preguntó elevando una ceja

-No eso es demasía cliché... prefiero cosas más arriesgadas – dijo ella guiñándole un ojo. Era divertido bromear con aquello ahora que se conocían y sabían la verdadera forma de ser del otro.

-Vamos a casa, Helena. Prefiero llevarte temprano a tu casa y que podamos volver a salir antes que perder el favor de tu hermano.

- Le caes bien, no tienes que preocuparte – dijo ella divertida por aquella preocupación de Benedict.

-A eso me refiero, quiero que siga siendo así.

-De acuerdo, delegado.- acordó ella y dejó que Ben la acompañara a su casa. Incluso él se detuvo a presentarse a su padre , saludar a su hermano y disculparse de que ella estuviera lastimada.

ConociéndoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora