12.

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Wooyoung se mira en él espejo buscando algo malo en él.

¿En realidad era tan repugnante y asqueroso como sus padres dicen?

Él solo ve a un muchacho de estatura promedio, de cabellos negros, ojos oscuros y piel ligeramente bronceada.

Suspira con resignación, probablemente es mejor dejar sus gustos de lado y complacer a sus padres, aunque no sabe muy bien cómo hacer eso, lo único que tiene claro es que va a un bar a buscar a una chica con la cual follar.

Siquiera ¿Podría una mujer causarle la misma excitación que un hombre? Lo duda.

Con una última mirada en él espejo, agarra su cartera, sale de su habitación y baja las escaleras.

Voy a salir — avisa a su madre que está sentada en el sofá viendo la televisión.

Esta desvía la mirada de la pantalla unos segundos para volver su atención al programa que están trasmitiendo.

Por favor no llegues con unos de tus amiguitos gays, son solo unos maricas que no sirven para nada.

Wooyoung asiente, sus ojos empañados por las lágrimas.

Por esa razón y varias mas era que iba en busca de una mujer, tal vez para llevarla a casa y así sus padres estarían orgullosos de él.

Con eso en mente, salió de su casa, para ir a disfrutar.

°°°

Él lugar estaba atestado de personas, él olor a alcohol junto con algo más llego hasta sus fosas nasales haciendo que arrugara su nariz en una mueca de desagrado.

Paseo su mirada por todo el lugar, buscando a alguien con quien charlar y pasar el rato. Su mirada cayo e un lindo chico moreno, pero sacudió la cabeza, no, lo que tenía que buscar era a una mujer.

Él tenía que demostrarles a sus padres que no era un gay de mierda, que él podría ser su orgullo.

Tal vez, solo fingir.

Pero a quien engañaba, él sabía que no podía hacer eso, no le gustaban las mujeres, no le gustaban en lo absoluto, él solo quería un lindo chico a su lado, que lo entendiera y pudiera comprender.

Se acercó hasta la barra para pedir una bebida y poder relajarse un poco.

Así trago tras trago pasaron por su garganta, disfrutando del sabor, poco a poco todo en su mente se iba olvidando y él lugar a su alrededor comenzó a dar vueltas.

Hola guapo — una chica de unos veinte años se acercó hasta él, sonriéndole coqueta — ¿Por qué tan solo?

Y Wooyoung no recuerda cuando fue él momento en que terminaron en su casa, en su propia cama, él con ella debajo gimiendo y arañando su espalda.

Estaba tan ebrio que al día siguiente ni recordaba el nombre de la chica.

°°°

Como era de esperarse, sus padres estaban realmente felices de que él llegara con alguien que no sea un hombre.

Todos los días ella iba y él fingía, tenía que besarle delante de ellos y cuando ella quería tener relaciones sexuales, él lo que hacía era emborracharse para poder tener una erección.

Y dinos, Yeji — su mama tenía una sonrisa tan grande que Wooyoung creía que en cualquier momento su cara se partiría en dos — ¿Wooyoung es un buen chico contigo?

¿¡UN QUÉ!? (WOOSAN) (MPREG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora