23.

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Cuando Wooyoung llega al hospital, siente que se volverá loco en cualquier instante.

— Señor, tranquilícese — la enfermera lo toma por el antebrazo, sentándolo en las sillas de espera.

Asiente suavemente, su vista fija en el piso.

Se siente tan mal, no logro ver a San antes de que entrara al quirófano, los doctores le dijeron que su prometido necesitaba una cesárea de urgencia y ahora él quiere llorar, porque si tal ve él hubiera estado con San no habría pasado nada de esto.

— ¿Wooyoung? —  la voz de la señora Choi lo trae a la realidad

— Haneul — murmura, queriendo jalarse el cabello de pura frustración — ¿Que paso?

Ella toma asiento junto a él, con un vaso de café en sus manos.

— San me llamo desesperado — comienza, dando un sorbo a la bebida — Llorando por que estaba sangrando, él estaba tan asustado — ella murmura, sorbiendo por la nariz para no llorar — Ahora solo debemos esperar.

Wooyoung asiente, sus manos temblando.

— Ellos estarán bien — afirma — No les pasara nada.

— Lo sé — Haneul le sonríe, transmitiéndole confianza.

Casi una hora mas tarde,un doctor avanza hasta ellos, con una sonrisa cansada en su rostro y los lentes deslizándose por el puente de la nariz.

— Felicidades, es un niña.

Y aunque Wooyoung ya sabia el sexo de su bebé, no puede evitar emocionarse y sonreír tan grande que siente que su rostro se partirá en dos.

— ¿P...puedo verlos? — pregunta ansioso.

— Por supuesto.

Haneul le da un apretón en el hombro, diciéndole que ella iba por la ropa para San mientras él veía a su prometido e hija.

Asiente, caminando detrás del doctor, la emoción recorriendo su cuerpo, jugando con sus manos por el nerviosismo.

— Es aquí — dice, deteniéndose —Tiene 15 minutos.

Cuando el doctor se retira, Wooyoung entra rápidamente a la habitación.

San esta acostado en una camilla, arrullando a un pequeño bulto contra su pecho.

Camina rápidamente hasta ellos, su vista fija en la pequeña bebé que esta entre miles de mantas, manteniendola calentita.

— Mi amor — murmura, besando la frente de San — Es hermosa.

El castaño asiente, esbozando una sonrisa.

— Es nuestra hija.

Wooyoung no sabe que decir, así que solo lo mira, manteniendo la sonrisa tonta en su rostro.

— Estaba muy asustado cuando me llamaron — confesó.

— Pero ahora todo esta bien — le sonríe con cariño — ¿Quieres cargarla?

Asiente varias veces, recibiendo el pequeño bulto de mantas entre sus brazos, besandole repetidas veces su pequeña frente.

— Saluda a papi — Wooyoung murmura, sonriendo.

— Hmm, debemos por fin decidir el nombre — Choi bosteza, su cuerpo comienza a doler.

Wooyoung lo mira y luego mira a su hija.

— Me gusta Lia — susurra.

San asiente.

— Lia — repite.

°°°

Wooyoung estuvo renuente cuando quisieron quitarle a Lia, pero San le explico que tenían que llevarla para que el pediatra la revisara.

— Ya pasaron 20 minutos, Sannie — Wooyoung arrugo el entrecejo — ¿Por que duran tanto?

San sonríe.

— Solo hacen lo suyo, volverán pronto.

— Iré a buscarlos — se levanta de su silla, dispuesto a buscar a su hija — Ya vuelvo, bebé — antes de irse besa los labios de San — Te amo.

Camino por un pasillo hasta que llego a donde habían incubadoras y muchas enfermeras atendiendo a cada bebé, busco con la vista a su pequeña y al doctor que se la había llevado.

Su corazón comenzó a latir fuertemente cuando distinguió a un hombre cargando a su hija, meciéndola levemente.

— Daniel... — murmuro con miedo — ¿Que estas haciendo?

Su miedo incremento mas cuando vio a Yeosang al lado de su padre, con unos documentos en las manos.

— Felicidades, señor Jung — el señor Kang sonrió — Es una niña hermosa.

Wooyoung enmudeció, sintiendo su corazón latir demasiado rápido contra su pecho.

— ¿Que hace con mi hija? — no tartamudeo, una furia se estaba instalando en su pecho y haría lo que fuese necesario para protegerla.

— Iremos al grano — Yeosang abrió la carpeta, buscando un papel en ella — Nosotros no somos los responsables del mal orden que hay en la empresa — murmuró, entregándole un documento.

Ni siquiera razono eso, en su mente solo estaba su hija.

— ¿Que tiene que ver ella? — señalo — Devuélvemela — gruño.

Daniel sonrió, sintiéndose poderoso.

— La empresa por la niña, necesitamos que firmes esos papeles donde todo queda a mi nombre.

Wooyoung abrió la boca, intentando formular algo coherente.

— Es estúpido — dijo al fin — No caeré en sus juegos.

Yeosang also ambas cejas.

— No es un juego

— Mi hijo tiene razón — Daniel estiro los brazos — Podría dejarla caer y listo — Wooyoung se sintió morir cuando el señor Kang hizo un ademán de soltar a su hija — Iríamos presos ¿y que? tu hija estaría muerta y el culpable seria usted, señor Jung.

No otra vez, no de nuevo.

Su mente se volvió un caos.

— !No¡ — exclamó, las lagrimas al borde de sus ojos — No — repitió.

El señor Kang sonrió.

— Usted decide, señor Jung.

— ¿Solo tengo que firmar y ya? — pregunto, desesperado.

— No es tan fácil — Yeosang murmuro — Tú tendrás que venir con nosotros.

¿¡UN QUÉ!? (WOOSAN) (MPREG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora