¿¡UN QUÉ!? (WOOSAN) (MPREG)

9.

San había intentado contactarse con su novio como veinte veces, pero no tuvo éxito alguno.

Le había dejado más de un mensaje de que volviera, que podían solucionarlos juntos, pero ninguno fue respondido.

El reloj ya marcaba las 2 de la madrugada y Wooyoung no aparecía.

San se encontraba en el sofá, acurrucado dentro de una de las grandes camisetas de futbol que Wooyoung suele usar, y no solo porque tiene frio, sino porque lo extraña y la camiseta huele a él.

Media hora después es que escuchaba unos pasos torpes en la entrada, luego unos fuertes y descoordinados tecleos en el control de la puerta y por fin ve la figura de Wooyoung aparecer.

— Bebé — arrastra las palabras, como que si tuviera mucho sueño, pero San sabe que esta ebrio.

Y Wooyoung nunca se emborrachaba.

— Wooyoung — susurra, sin saber muy bien que hacer.

Ríe tontamente, caminando con pasos demasiados torpes hasta el sofá que está enfrente de San, dejándose caer pesadamente.

— No estoy hablando contigo — murmura, dándole un trago a la botella que tiene en la mano — Le estoy hablando a eso que crece dentro de ti.

San solo baja la mirada, queriendo llorar, pero sabe que eso no solucionara las cosas.

— ¿Dónde estabas?

— Comprando dulces — dice sarcástico, mirándolo — Te iba a traer un poco, pero me los comí.

Todo alrededor da vueltas.

Su novio está embarazado.

San está embarazado.

— ¿Por qué? — pregunta después de un momento, mirando al piso — Sabias que no quera tener hijos.

Y San no sabe si es bueno habla en el estado en que ambos se encuentran.

— Yo lo siento — es lo único que sale de sus labios — Lo siento tanto.

— Al parecer es lo único que sabes decir — Wooyoung se burla, dando otro trago a la botella de alcohol, dejándola vacía.

Cuando la mirada de Wooyoung se posa sobre él, lleva sus manos instintivamente hasta su vientre, protegiendo a su bebé.

Él parece darse cuenta de ello, porque arruga el entrecejo, sus ojos rojos al igual que su nariz.

— Nunca te haría daño San —  dice, queriendo llorar, porque él sabe que ha sido un mal novio, pero tiene tanto miedo.

— Y-Yo lo sé — su voz tiembla, y no sabe si está muy seguro de eso.

Asiente, queriendo decir tantas cosas pero esta ebrio, eso no ayuda mucho.

— ¿Cuánto tiempo tienes?

— Voy a cumplir cuatro meses — susurra.

— ¿Y pensabas nunca decírmelo?

Y quiere llorar de nuevo.

— Lo siento tanto — es lo que vuelve a salir de sus labios, es que no sabe que más decir. Solloza, queriendo que Wooyoung lo abrace y que le diga que todo estará bien — Pero cada vez que sacaba el tema tú te volvías loco y-y...

— Solo quiero dormir un rato — murmura, demasiado mareado — Es mejor que hablemos mañana.

San asiente, levantándose con cuidado y caminando hasta la habitación.

— ¿Vienes? — pregunta, perdiendo su dignidad aunque sabe que es inútil.

— No — dice firme — No voy a dormir contigo.