Louis se encontraba preparándose para ir a la universidad, tenía tiempo de sobras así que se tomaba las cosas con calma. Se abrochaba la camisa de color blanco lentamente, mientras intentaba despertarse más, seguidamente se puso los pantalones negros ajustados y sus Vans.
Prepararse una taza de café por las mañanas era escencial para su vida, aunque como dije hace tiempo, a Louis no le gustaba para nada el café, pero este le hacía sentirse mas despierto y firme a la hora de ir a estudiar, tal vez si durmiera un poco más podría quitar el café de su vida, pero como sabía que no podía ser así, intentaba tener siempre consigo un termo pequeño lleno de café. A demás si no lo tomaba, no lograría relajarse.
Quizas ese habito se lo pegó su madre, ya que cuando era pequeño por las mañanas su madre tenía una taza llena de esa substancía y el olor se quedaba por toda la casa, no se quejaba, ya que el aroma del café por las mañanas era especialmente delicioso. Se acordaba de su padre entrando a la cocina para luego darles un "Buenos días" y seguidamente dirigirse hacía su madre y darle un beso en la boca. Siempre envidió el amor que había entre sus padres, quisiera encontrar a esa persona que cada vez que lo viera le sonriera y le repitiera que lo amaba cada minuto, que cuando se separaran lo echase de menos y que a pesar de que tuvieran las típicas peleas de enamorados, le siguiera amando.
Tal vez ya hay alguien que sienta eso por él, pero Louis en esos temas es demasiado cerrado, no quería preocuparse ahora por eso, aunque si se le presentaba la ocasión de hablar con esa persona, obviamente no la desperdiciaría y hasta le diría que fuesen a tomar algo juntos.
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Llego a la universidad, se sentía cansado y le dolía la cabeza, estaba malditamente estresado, porque desde hace dos días está tratando de escribir el siguiente capítulo de su libro, pero no tiene ideas, y le gustaría leer más sobre la mitología, pero tiene tanta tarea y lecciones con Harry que casi ni le queda tiempo para leer, y eso lo pone de muy mal humor.
-Hey, Louis.-Le saludó Liam, desde lejos. Estaba con ese chico, Zayn, fumándose un cigarrillo, recostado a la pared cerca de la puerta.
Louis lo saludó con la mano, y no se dignó siquiera a acercarse, no le caía bien ese amigo de Harry, que tanto hablaba mal de ellos y luego se juntaba con Liam, pero viendo las circunstancias, podía deducir que es por causa suya que hablan mal de Liam cuando está con él, pero no le interesa, él no obliga a Liam a estar a su lado, si su querido amigo se quería alejar de él e irse a otro grupo, para él simplemente estaba bien, le dolería un poco, si, lo acepta, pero luego lo entendería y seguiría con su vida de mierda.
Camina por los pasillos, buscando su aula de Literatura, y cuando la encuentra, entra y se sienta al final, en la esquina, faltaban cinco minutos y los estudiantes entraban y se sentaban, entre ellos Liam, que lo saludo desde lejos y se sentó junto a Zayn y otros chicos del grupo de fútbol, lo admitia, se sentía un poco enfadado con él, pero si Liam quería eso, lo aceptaría.
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Suspiró, y salió corriendo del salón cuando ya todos habían salido, directo al comedor, tenía demasiada hambre para su gusto, pasar tres horas sin comer debería ser un delito.
Se sentó en la misma mesa de siempre, sacó la ensalada de atún de su bolso junto a la coca cola que compró en las máquinas del pasillo.
Estaba sólo, mirando a todos comer y reír junto a sus amigos, divisó a Liam, con el equipo de fútbol, y entre ellos Harry también, aunque él no formaba parte del equipo, habían también chicas al lado de esos chicos, y una rubia al lado de Harry, él le rodeaba la cintura, y ella tenía una mano en el muslo del rizado, Harry le sonreía coquetamente, y la besaba de vez en cuando.
