#11

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Importante leer la nota final.

Aquella mañana de Lunes, los estudiantes cruzaban las puertas de la escuela sin mucho animo, lamentándose que el fin de semana pasara y tuvieran que volver a la realidad de la semana, madrugar, maestros, tareas y demás, pero dos chicas en especifico sobresalían entre la multitud portando sonrisas y soltando una que otra risilla por los corredores. Kagome Higurashi caminó a la par de su mejor amiga mientras le contaba los detalles de su cita que no le pudo decir por teléfono.

La castaña portaba un brillo de felicidad en su mirada que no parecía querer irse. —Y me tomó de la mano de camino a casa, y eso fue tan...—Sango soltó un suspiro al recordar aquel momento vivido con Takeru.

—Me alegro mucho por ti, Sango. Hace mucho tiempo que no te veía así de entusiasmada. —Comentó regalandole una calida sonrisa. Se merecía todo lo que le estaba pasando, Sango era una buena amiga y una chica incréible, se merecía encontrar al chico correcto, y aún más después de la desilución que se llevó hace un tiempo con un chico que creía perfecto y resultó que la engañaba. Solo esperaba que esa vez, fuera real para ella.

—Amiga, te juro que él es increíble, me hace tan feliz. El viernes me invitó de nuevo a salir, dijo que quería decirme algo importante. —Se quedó callada por unos segundos. Aun faltaban unos minutos para que las clases comenzarán, así que se sentaron en las escaleras a esperar. —¿Crees que me pida ser su novia? —Preguntó mirando a Kagome a los ojos.

—Lo más seguro, Sango. Dijo que era algo importante. —La animó a lo que su amiga soltó un chillido de emoción.

—Sabes algo... —Pronuncio bajito, pero aun así la escuchó. —Después de lo que pasó con...tú sabes, he tenido miedo de salir con alguien por miedo a que me engañe, es la primera vez que confiaré en un chico de nuevo. —La azabache miro a su amiga apagarse y sintió un pinchazo en el corazón. —Sé que Takeru es diferente, lo siento. —Afirmo con vehemencia llevando su mano al su pecho. —Pero, aún así, ¿me prometes que estarás para mi por si algo malo pasa y me rompe el corazón? —Sus ojos se cristalizaron e inevitablemente los de Kagome también.

—Siempre estaré para ti. —Le aseguro y puso su mano en su hombro brindandole apoyo. —Si te rompe el corazón, te ayudaré a recolectar hasta el más pequeño trozo. —La castaña sonrió en agradecimiento por sus palabras. —Pero por su bien espero que no te haga nada. Puede que no parezca muy intimidante, pero hay muchas cosas que puedo hacer con mi violín aparte de tocar. —Sentenció juguetona haciendo que Sango soltará una risa.

—Gracias, Kagome.

—No me lo agradezcas, somos amigas.

La castaña parpadeo varias veces y elimino cualquier rastro de lágrimas de sus ojos.

—Bueno, basta de mi, ¿Qué hay de ti? —Preguntó ansiosa mientras Kagome se mordía el labio nerviosa.

—Ya te conté todo por teléfono. —Le dijo desviando la mirada. —Fuimos al parque de diversiones y me llevó a comer sushi.

—Y ¿Qué hay del peluche que le regalaste? —Alzó ambas cejas esperando respuestas.

—Eso fue... Para ser amable. —No estaba muy convencida de eso. No se había cuestionado el por que de aquello, así que no sabía la razón, pero la más probable era esa.

—Aja, o por que te gusta.—Aguijoneo Sango sin piedad. Kagome rodó los ojos.

—¿Sigues con eso? —Devolvió la vista a su amiga que reía por lo bajo.—¿Qué es lo gracioso?

Losing control. *Sesshome*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora