Losing control. *Sesshome*

#20

Se detuvo junto a su mejor amiga junto al portón.

-¿Nos vamos juntas? -Preguntó Kagome.

-Lo siento-.Se disculpó Sango con algo de pena-. Takeru me invitó a su casa a ver películas-. La azabache entendió y sonrió para tranquilizarla, era natural que quisiera pasar tiempo con su novio-. Además creo que será mejor si te vas con cierto peli plata-. Dijo dándole un codazo en el hombro.

-¡Sango!-La reprendió apenada-. Por cierto, gracias por dejarme sola en la mañana-Trató de verse seria pero la risa le ganó.

-Vamos, yo sé que en el fondo te gustó.

-Tal vez-. Susurro para que la castaña no la escuchara.

-Oh, ahí esta Takeru-. Aviso mirando un chico alto que venía saliendo.

Takeru se acercó a ellas, Sango lo recibió con una sonrisa.

-Mira, por fin te puedo presentar como se debe a mi mejor amiga. Ella es Kagome Higurashi-La aludida sonrió.

-Mucho gusto, Kagome-Le tendió la mano, la azabache no dudo en aceptarla. El novio de su mejor amiga era muy lindo. Alto, cabello negro y ojos verdes.

-Igualmente.

-Bueno, tenemos que irnos-. Dijo Sango mirando la hora en su celular-. Nos vemos mañana, Kagome-

-Claro, hasta mañana-Movió su mano a modo de despedida.

No pasaron ni cinco minutos para que pudiera divisar la figura de Sesshomaru saliendo de la escuela. Tenía la misma cara de aburrimiento que le había visto en el descanso.

-Hola-. Lo saludó cuando llegó con ella. El peli plata solo hizo una asentimiento de cabeza-¿Cómo estuvo tu castigo?

Sesshomaru la miro de inmediato.

-Te ví en el aula de castigo-Explicó Kagome respondiendo la pregunta no formulada.

-Muy aburrido-. Contestó por fin soltando un suspiro. El albino pensó en disculparse, ya que seguramente lo estuvo esperando, después de todo el fue el que le dijo que se verían. Descartó la idea ya que él no era así, jamás pedía disculpas y no sabía como darlas, su orgullo no se lo permitía.

• • •

Cuando llegaron a la casa Higurashi, Sesshomaru detuvo a Kagome antes de que entrara.

-¿Qué sucede? -Preguntó confundida ante su repentina interrupción.

-¿Vamos a cine? -Propuso tratando de restarle importancia. Eso no era una disculpa, pero al menos la podía llevar a algún lugar.

-Claro, ¿cuando? -Aceptó gustosa.

-El viernes, paso por ti a las seis-. Dijo simplemente para darse la vuelta y marcharse.

• • •

Apenas entró a su habitación se despojo de su uniforme cambiándolo por algo más cómodo. Se sentó en su cama y notó en en su mesa de noche faltaba algo, soltó un gruñido de fastidio y salió directo a la habitación de Inuyasha.

Abrió la puerta sin tocar antes topándose con su hermano tirado en su cama con los audífonos puestos. Apenas se dio cuenta de su presencia, Inuyasha se giro y lo miro con el ceño fruncido.

-¿Qué no sabes tocar? -Le recriminó sentándose en la cama.

-Te he dicho que no entres a mi cuarto-. Le recordó ignorando el comentario anterior.

Revisó la habitación con la mirada, era un asco. Había tanta ropa tirada por el piso que malamente lo podías ver, latas de soda y ¿una caja de pizza? Encontró lo que buscaba bajo una de sus camisas sucias. Se acercó y tomo al perro de peluche.

-No toques mis cosas-Advirtió yendo a la puerta.

-Feh, no me digas que te importa.

-No seas ridículo.

Entró a su habitación y colocó al perro donde estaba. Que ridículo era Inuyasha, por supuesto que no le importaba, pero odiaba que tomara sus cosas, incluso si es algo tan tonto como ese perro, le pertenecía.