Losing control. *Sesshome*

#31

—No puedo—Lo escucho decir con tono atormentado.

En ese momento toda la excitación abandonó su cuerpo y fue reemplazada con una pura preocupación. Llevó una de sus manos a la mejilla de Sesshomaru y lo hizo mirarla a los ojos, puesto que había apartado la mirada.

En sus ojos dorados pudo ver la confusión e inseguridad que sentía, pero también pudo percibir otra cosa...¿culpa?

—Esta bien—Susurró la chica en un tono sedante tratando de tranquilizarlo.

El peli plata negó para después quitarse de encima. Se acostó junto a ella en la cama y sin despegar su mirada del techo dijo.

—No, no está bien.

En ese momento Kagome se sintió inquieta. ¿Había hecho algo mal? No tenía experiencia pero trató de hacerlo lo mejor posible. La sola idea de haber hecho algo que puso así a su novio la atormentada.

—No has hecho nada malo—Dijo el albino como si leyera su mente.

La azabache se acostó de lado apoyando su cabeza en su mano y observó el rostro pensativo del chico a su lado.

• • •

Después de lo que había descubierto y admitido no podía hacer tal cosa. No cuando eso significará lastimarla y participar en los juegos de Inuyasha.

Kagome era un chica hermosa que veía lo bueno en él aún cuando todos lo creían un simple balde de agua fría sin sentimientos. Hacia que su corazón latiera y se sintiera malditamente feliz.

Que más le hubiera gustado que hacerla suya, pero no lo haría en esas condiciones. Primero debía arreglar el desastre que había hecho al dejarse absorber por su orgullo.

Volveteo su mirada y se encontró con la de ella analizandolo fijamente. De pronto un miedo lo inundó...si le decía la verdad había una posibilidad de perderla y no quería eso. No quería perderla recién de haberla encontrado.

No, arreglaría todo eso y ella no tenía porque saber.

Busco las palabras adecuadas para justificar su retroceso, pero no fueron necesarias ya que al ver su esfuerzo por explicar Kagome le sonrío de forma tierna.

—Está bien, no tienes porque hacer algo que no quieras—Dijo de forma tranquilizadora.

Sesshomaru sintió una calidez en su interior y sin decir nada se acercó a besarla.

Esa noche ambos durmieron juntos.