Prólogo.

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Luego de ser culpada por el asesinato de mi hermana mayor, tuve que escapar de mi país y fingir que todo había sido un sueño. La primera parte fue sencilla, pero olvidar que mis dos supuestos mejores amigos me habían traicionado no era tarea fácil.

Dos meses después, comencé de nuevo en Corea del Sur, esperado que a nadie se le ocurriera buscarme allí, en la otra punta del mundo. No cambie mi nombre, pero comencé a usar lentes de contacto para ocultar el verdadero color de mis ojos y teñi mi cabello, por las dudas. Ya no podía confiar en nadie.

Una vez en mi nueva casa, desempaque y tome de mi mochila un pequeño e "inofensivo" muñeco cosido a mano. Y comencé a apuñalarlo con una varilla de metal, cuyo único uso era ese.

Era el muñeco vudú de mi supuesta mejor amiga, y sabía que ella, sin importar donde estuviese, estaría retorciéndose de dolor. Se lo merecía, por haberle dicho a los policías que yo había podido matar a mi hermana con uno de los muñecos. No lo había hecho, claro, pero me dolió mucho que ella hubiera dicho que lo hice. Se suponía que ella confiaba en mí.

Luego apuñale al muñeco vudú del maldito novio de mi difunta hermana. El bastardo había hecho que yo me enamorara de él para que comenzara a parecer que odiaba a mi hermana por ser su novia, y yo, como estúpida, había caído. Me había convertido en una zorra roba novios, solo para que él le dijera a todos que creía que yo había asesinado a Celeste, mi hermana mayor, por celos. Él se merecía aun mas sentir el dolor del pobre muñequito.

Además, estaba casi segura de que él había sido el que mató a Celeste. Y yo había sido parte de su coartada.

A diferencia de lo que ellos pensaban, los muñecos vudú o los celos hacia mi hermana no me convertían en asesina. Sin embargo, incluso mis padres pensaron que sí. Entonces escape antes de que los investigadores lo pensaran también.

Ahora, ya en Seúl, Corea del Sur, estaba dispuesta a olvidar lo que esos dos malditos me habían hecho.

Fue por ello que luego de hacerlos sufrir con los muñecos (no podía evitarlo, además, ellos se lo merecían) comencé a organizar mi nuevo departamento.

Gracias a mi bis abuela, manejaba la brujería vudú desde hace años, pero lo que más me gustaba era la magia de los muñecos. La sensación de superioridad que sentía al saber que podía controlar completamente a una personas sin que ella pudiera evitarlo era indescriptible. Y me encantaba.

Sin embargo, no podía salir a la calle y gritar a los cuatro vientos "soy una bruja vudú" por lo que ni mis padres lo sabían. Sólo Ariana, mi antigua mejor amiga, la que me traicionó, sabía que lo era.

Ahora debía mantener el secreto.

Esta vez NADIE sabría que soy bruja vudú, y no permitiré que alguien encuentre los muñecos.

Muñeca Rota (V/ Taehyung De Bts)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora