Narra Marie
Era viernes por la mañana.
Ya habían pasado 5 semanas desde mi llegada con las chicas a la ciudad y mi relación con Axl iba sobre ruedas.
Le veía prácticamente todos los días, a veces iba a buscarme al estudio de tatuajes en el que trabajaba para ir a comer a un restaurante italiano que está en el paseo de la playa.Todos los viernes y sábados íbamos al Rainbow, un bar de rockeros que estaba en el centro de Los Ángeles, no muy lejos de nuestra casa. De vez en cuando ponían en una gran pantalla un karaoke y cantábamos todos.
Algunas canciones era complicado cantarlas cuerdos así que imaginaros cantar borrachos. Incluso ganábamos a Axl en sus propias canciones...
Ahora iba de camino a la cafetería en la que había quedado con Pau, que queda cerca del estudio en el que trabajo.
Empezó a sonar "Thunderstruck" de AC/DC, lo que significaba que me estaban llamando al móvil (celular). Dejó de sonar y me volví loca buscándolo en mi mochila. Al fin di con él. Era mi madre, así que le devolví la llamada.
- ¿Diga?
- ¿Mamá? Hola, soy Marie. He visto que me habías llamado...
- Si, bueno. Quería saber qué tal estabas. ¿Todo bien? Hace casi un mes que no hablamos...
Había llamado a mis padres sólo dos veces porque aún no había arreglado los papeles del teléfono y salía muy caro llamar de Los Ángeles a España...
- Sí, todo bien. ¿Vosotros qué tal por allí?
- Bueno, hace algo de frío, aún es febrero... Pero todo bien
- Ya aquí no hace mucho frío, excepto por las noches...
Se hizo un pequeño silencio bastante incómodo durante unos segundos.
- Te echo de menos, hija. Te echamos de menos...
- Lo sé mamá. Y yo a vosotros. Pero aquí estoy bien. No te preocupes... Tengo mi trabajo, a las chicas, e incluso hemos hecho amigos nuevos...
Obviamente omití que esos amigos nuevos eran Guns N Roses, por dos razones:
· La primera es que era algo poco creíble, a pesar de ser cierto, que alguien como yo conociera a sus ídolos y encima nos hicieramos amigos.
· La segunda es que no quería preocupar a mi madre porque, aunque yo les quiera mucho y les acepte tal como son, son unos alcohólicos y unos drogadictos...
- Bueno, espero que estés bien cariño. Tu padre y yo habíamos pensado en ir a vistarte en un mes o algo más. ¿Qué te parece?
- ¡Claro! Sería genial... Oye, tengo que irme. He quedado con Pauline para tomar un café.
- Muy bien cariño. ¡Salúdala de mi parte!
- Claro, mamá. ¡Hasta pronto!
Colgamos y guardé el teléfono en la mochila de nuevo. Entré a la cafetería y vi a Pau sentada junto a la ventana con un café, suspirando.
" ¿Y ahora qué le pasa a esta? "