Lluvia

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Kyungsoo siempre ha amado la lluvia.

Desde pequeño, la sensación de las gotas golpeando ligeramente contra su piel, le parecía muy extrañamente gratificante. El frío que recorría su piel húmeda con la más mínima brisa de viento y la manera en la que las ventanas parecían limpiarse solas, mientras las plantas eran regadas de forma natural después de días de resistir los rayos solares; le hacían sentir bien de alguna forma.

Kyungsoo era fascinado por el sonido de la lluvia chocando contra el techo de su hogar, la adictiva melodía, el ritmo que podía seguir al tamborilear con sus dedos sobre la mesa y la sensación de soledad sin estar completamente solo.

Sus mejores días fueron acompañados de lluvia, los días con lluvia eran los que quedaban grabados en su memoria por alguna razón.

El cumpleaños en el que recibió el mejor regalo de su vida( una bicicleta era la gloria a sus 9 años), su primer día en el colegio, la primera vez que se sintió atraído por otra persona, el día que encontró a un lindo perrito que terminaría siendo la mejor mascota del mundo, su primer recital, todos con un factor en común: la lluvia cayendo del cielo haciendo mucho más memorable sus recuerdos. Tal parecía que los días importantes en su vida estaban marcados con gotas resbalando por su piel.

El día que conoció a Kim Jongin no fue la excepción.

La lluvia había incrementado su intensidad esa tarde después de una mañana con una simple garúa.

Kyungsoo no había agarrado el paraguas al salir de casa esa mañana, completamente apurado y concentrado en evitar cualquier obstáculo que lo haga llegar más tarde de lo que ya iba.

Lo que conllevaba a que su azabache cabello estuviera completamente mojado, al igual que sus ropas, mientras se dirigía hacia la parada del ómnibus para ir a casa.

Si bien, la lluvia era muy de su agrado, no era tan agradable para su mochila pues amenazaba la integridad de las hojas de papel guardadas dentro.

Los ojos de Jongin y Kyungsoo se cruzaron por primera vez en la estación a través de gotas de lluvia.

Jongin, normalmente reacio con las personas  desconocidas, no pensó lo que hacía cuando se acercó al pequeño hombrecillo mojado a cubrirlo de la lluvia con el paraguas que tenía.

Cayó en cuenta de sus acciones cuando unos grandes ojos lo miraron completamente sorprendidos.

Luego de ese día, los encuentros casuales entre ellos se repitieron constantemente y ambos se preguntaban si en realidad antes del incidente en la estación de bus ellos ya se cruzaban en el camino ajeno.

Y eso dejó de importar poco a poco, cuando los saludos pasaron a pequeñas charlas, cuando los encuentros casuales en la estación del bus se convertían en caminatas largas hasta la casa de alguno o cuando estas tomaron forma de salidas improvisadas llenas de conversaciones que parecían no tener fin o cuando estas mismas se convertían en visitas a la casa ajena y llamadas frecuentes... Casi sin darse cuenta habían congeniado lo suficientemente bien para considerarse amigos.

~o~

Fue un día lluvioso en el que Jongin le contaba a Kyungsoo sobre su afición por el baile, fue ese día en el que Kyungsoo apreció por primera vez el arte en movimientos suaves y precisos, en expresiones faciales y lenguaje corporal guiado por sonidos rítmicos. El día en el que Kyungsoo vio bailar a Jongin. Un día en el que Kyungsoo comprendía que estaba cayendo enamorado por Jongin.

Fue un día lluvioso el día del festival de música en el que Kyungsoo participaba y Jongin asistía como su invitado especial. 

Los murmullos y conversaciones desde las butacas se oían lo suficientemente fuerte para saber que el lugar se hallaba repleto de gente, y a pesar de la experiencia que tenía Kyungsoo con este tipo de escenarios; existía una presencia que lo ponía más nervioso de lo habitual. Una presencia que sentía ridículamente cerca pues Jongin desaprovechaba su pase tras bambalinas solo para gravitar a su alrededor diciendo que no se pusiera nervioso, que sus mejillas estaban muy rojas, que el maquillaje le quedaba muy bien, y volvía a repetir que debía alejar los nervios sin darse cuenta que era la razón principal de ellos. Faltando 15 minutos para la presentación de Kyungsoo, el mayor no soportó más y mando al moreno lo más lejos posible, a lo que este solo soltó una risita antes de sacar de su bolsillo una flor y dejarla en manos de Kyungsoo para luego salir corriendo a su butaca.

Flowers & Rain / KaiSoo - KaDiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora