Retomando desde donde dejé el otro día, y el Bestia apoyó con otro poco de información...
Llegamos a Los Ángeles. Fue un viaje larguísimo, entre discusiones tontas y leyes del hielo, porque puta que estaba pesado el Jaime, no sé qué hueá le pasó, pero andaba mucho más irritado después del incidente en Chillán. Pero decidí mejor no pescarlo, porque me tenía chato, así que no hablé más con él.
Con el Yelo tampoco pude hablar después. Estaba uy distante y muchísimo más callado de lo normal; no me miraba siquiera. Pero tampoco lo busqué mucho para preguntarle qué onda, eso lo haría más tarde.
El tema es que dejamos la carretera y nos metimos a Los Ángeles a buscar un hospital. Yo odiaba esa idea, pero era lo que todos querían, porque si algo necesitábamos ahora que se nos venía el invierno, eran remedios. Además, necesitaban una no sé qué hueá pa la conservación de las muestras de hybrids, no sé qué hueá, no se dieron la paja de explicármelo tampoco.
Cuando llegamos al centro, el Edgar estacionó en una calle paralela a la del Hospital, nos tendríamos que acercar a pie, pues era menos ruidoso que el motor de una van. No sabíamos qué habitaba ese lugar, podían haber miles de nidos de híbridos, o algunos humanos sobrevivientes, o personas que se apoderaran de las medicinas y negociaran con quienes las necesitaran, como también simplemente estar abandonado por completo.
De cualquier forma era peligroso entrar, pues podía estar infestado de infecciones y enfermedades de las personas que murieron allí, así que usamos máscaras protectoras, sólo por seguridad.
Íbamos los 7 enmascarados y dispuestos a todos, con armas cargadas y los sentidos agudos, que se veían un poco atrofiados por el puto clima.
Hace mucho tiempo ya no tenía conciencia de qué fecha era, pero ahora que escribo esto, calculo que eran principios de junio. Hacía un frío de mierda y había una neblina demasiado densa; eso nos traía ventajas y desventajas (como todo).
Por un lado, pasábamos más desapercibidos y era más difícil para los hybrids encontrarnos. Lo malo es que, nosotros tampoco veíamos mucho y eso nos ponía en riesgo.Con el Edgar, el Peshoh y el Bestia pensamos por un momento usar chalecos reflectantes, pero aunque eso nos permitiera identificarnos y distinguirnos en medio de la neblina; atraería inmediatamente a los monstruos... Sería un suicidio.
Pero bueno... Gracias al pulento, nada nos atacó de camino al Hospital. Nos quedaba entrar al recinto, no más.
En silencio y con señas, el Jaime dirigía el ataque, pero ni crean que agarró un arma o que iba de los primeros; el maldito, de pie a nuestro lado nos decía qué hacer y él esperaba viendo calladito y sin peligro.
No me puse a discutirle en ese momento, porque sería una pérdida de tiempo y energías, además de que nos delataríamos frente a los monstruos culiaos, así que sólo callé y seguí al Edgar.
El primero en entrar fue el Eddie, que tenía un arma relativamente silenciosa y de larga distancia, por cualquier problema que fuera a suceder.
Revisó un poco y me miró sonriente, para luego avisar que pasáramos, pero de a uno; y cada hueón que entraba, tomaba posición apuntando afuera o a recepción, de manera intercalada, hasta que el Jaime entró, tomó una piedrita y la lanzó hacia el pasillo principal.
Escuchamos el eco de su recorrido por las baldosas y el silencio posterior; sin presencia alguna de hybrids o cualquier otro peligro.
- Por fin estamos dentro- suspiró en un susurro el Iván.
- ¿Problema superado?- cuestionó Peshoh en murmullos también.
- El problema no era entrar... sino salir- contestó el Jaime.
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Hasta que la muerte nos reuna (GOTH HD - Zombie AU!)
FanfictionUna noticia impacta al mundo; un virus mutante ha sido liberado en E.E.U.U. El contagio es inminente, una mordida y estás perdido, en Chile aún no hay reportes de enfermos, pero ¿Por cuánto tiempo? Nicolás, en busca de refugio sin hogar, familia y a...