Hasta que la muerte nos reuna (GOTH HD - Zombie AU!)

Capítulo 12: Humanos

No recuerdo que pasó después del golpe. Tengo flashes de memoria, como ciertas cosas que me quedaron rondando en la mente, pero son hueás muy vagas...

El ruido del motor de un camión, el grito de una mujer, el frío seco que sentía que me quebraba los huesos desde adentro.

No sé cómo pero de repente estábamos en un cerro de Los Ángeles, donde había un montón de gente viviendo en un hotel que custodiaban ellos mismos.

Claro que no me enteré de ninguna de esas weás cuando llegué. Eso lo supe después.

Voy a tratar de ordenar mejor la secuencia de hechos para explicarlo todo.

Primero, el viaje.

Nos vendaron los ojos y nos amarraron. Estaba más asustado que la mierda, no me atrevía a decir nada. No sabía dónde estaba, pero el ruido me daba a entender que estaba en un vehículo po.

Tenía mucho frío, uno horrible. No como ese frío húmedo de invierno en la playa, sino uno muy doloroso y seco. Como agujas en los huesos, no sé.

Me daba miedo pensar que me habían llevado a mí solo. Hasta que escuché a alguien estornudar.

Ni pensé que podría ser alguien malo, sólo quería compañía.

- ¿Eddie? ¿Jaime? ¿Hay alguien?- pregunté con un hilo de voz. No hablaba hace rato y tenía la garganta rasposa y adolorida con el frío.

- ¡Sssshhhh! No hables, nos pueden pillar- me retó una voz desconocida para mí. Era la de un hombre adulto, sin duda.

- Nico, ¿dónde estái?- me habló de repente la inconfundible voz del Edgar.

- Agh...- escuché que gruñía el Jaime al lado mío.

- ¡Eddie!- lo llamé al borde del llanto, su voz la sentía lejana, quería saber dónde estaba.

- Cállense los tres. Si es hermoso que se encontraran, pero si nos pillan despiertos, harán con nosotros lo que quieren hacernos cuando lleguemos a nuestro destino. Prefiero esperar un poco- nos retó la voz masculina de hace un rato.

- Yo ni cagando me quedo de brazos cruzados a esperar mi muerte- le contestó el Jaime. Era muy raro participar de la conversación sin ver a nadie ni nada.

- Piensa en tu gente... nos expones a todos si intentas algo- lo retó en susurros otro señor encerrado con nosotros.

- ...- nadie dijo nada, pero yo sabía que el Jaime se estaba enojando porque alguien lo corregía y peor, este tenía razón- Puta la weá- maldijo entre dientes.

- ...- el silencio volvió a reinar en el lugar unos segundos más, pero yo no aguantaba ahí echado en el piso con el frío que había. Trate de incorporarme para sentarme de alguna forma, pero en el proceso choque con la pared de metal y con el Jaime también, que se quejó.

- Ha-hace frío- le dije en susurros sentándome junto a él, o eso supuse, por el calor que sentía que irradiaba su cuerpo naturalmente.

De repente el camión se remeció y todos quedamos alerta.

- Nos detuvimos- escuché un murmullo del Bestia

- ¿Por qué nos detuvimos?- preguntó preocupado el Yelo.

- Sssshhhhh- nos retaron de nuevo. Éramos los más bulliciosos del grupo, pero hicimos caso, ya que iban a abrir la puerta.

Sentí la luz entrar al lugar tan oscuro en el que estábamos. No podía ver, pero algunos destellos se filtraban por la tela sobre mis ojos.