Capítulo 13: Confusiones

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Después de que el Yelo salió de la pieza, intenté levantarme de la cama para ir a ver a alguien luego de tanta violencia...

Estaba seguro de que nadie estaba bien, después de lo que pasamos.

No quise reparar en a quién quería ver primero, para no sentirme culpable de ciertas cosas que estaba pensando hace rato ya. Sólo quería verlos, a los dos... perdón a los cinco, contando al Naiko y descontando al Yelo y al Iván qlo.

Pero la weá es que no pude moverme. Me quedé anclado a la cama. No sentía las piernas. Intentaba moverlas para pararme, pero no respondían.

Pensé al tiro en que me cagaron con algún trauma físico del cual no me enteré por haberme quedado dormido en medio de la acción.

Me destapé, tirando las sábanas junto con el cobertor lejos, y vi mis piernas sanas y todo, pero simplemente no me hacían caso.

Me asusté. No sé, me desesperé. Me arrastré hasta el borde de la cama e intenté llegar al suelo con mis manos, casi reptando. No sé en qué pensaba, o a quien le iba a pedir ayuda o qué quería lograr con salir de la cama tan apurado.

Pero no lo pude averiguar, ya que el piso se deshizo bajo mis manos, haciéndome caer de hocico y aún así alcancé a ver como las paredes tapizadas se derritieron y las flores estampadas se volvían reales y caían junto a mí, porque sí; estaba cayendo en un abismo sin fin, ni me pregunten cómo.

Caché que estaba soñando. Y eso me asustó más de ser posible. Porque nunca me había pasado eso, siempre que sueño, lo asumo como realidad y no me doy cuenta hasta que despierto, po. Eso le pasa a la mayoría de la gente, supongo.

Pero ahora, adentro de este, me di cuenta que estaba soñando y me asustó caleta como esa conciencia, esa lucidez para vislumbrar la situación.

Seguía cayendo en todo caso, aún sabiendo que era un sueño. Quería controlar la wea, pero no podía; seguía siendo víctima de algo más... ¿mi subconsciente? Tal vez... la cosa es que tan solo podía ver como avanzaba el sueño sin nada que hacer, como si yo fuera una puta hoja flotando en un río, sin control de su destino.

De pronto divisé el suelo al fondo y antes de golpearme en el piso, desperté por fin.

Pero no estaba en una cama, como en denante'.

Estaba acostado en el suelo sucio del cuarto oscuro.

Y de repente no sabía que era realidad y que era sueño.

Miré a mi alrededor, eran las mismas paredes mal tapizadas de en denante'. La única luz seguía siendo lo que me permitía ver que ahora aparte del Bestia, que yacía boca abajo, el Iván también estaba maltratado.

Me miró sin odio, sino cansado y derrotado, con los ojos muy rojos, por el llanto seguramente.

A mi lado estaban el Eddie y el Yelo como abrazados, pero la pierna del Edgar estaba destruida, atravesada por una bala y el charco de sangre no dejaba de crecer, hasta había manchado mi propia ropa.

No estaban ni el Peshoh ni el Jaime, pero escuchaba gritos afuera.

- Conchesumadre...-maldije en un murmuro. Me entró el susto ahora que cachaba todo.

Osea, que fue un sueño que nos vinieron a salvar, que llegó el Naiko..., pensé a punto de llorar.

Sí me violaron, sí mataron al Bestia que ya ni se movía sobre su propia sangre, sí le dispararon al Eddie, y aparte golpearon al Iván y al Jaime aún no lo dejaban de torturar ahí afuera junto con el Peshoh.

Hasta que la muerte nos reuna (GOTH HD - Zombie AU!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora