Las primeras horas de la mañana transcurrieron de lo más normal para mi familia, sentía un poco de melancolía, mi familia de olvido de mi completa existencia, pero todo cambio hasta que escuche el carruaje con el informante de la inquisición dónde daban noticias de mi muerte; el grito desgarrador de mi madre se escucho por toda la casa, los lamentos de mi antigua familia fueron dulces notas musicales acompañando la lectura de mis libros e investigación, tenía tanta curiosidad por saber quiénes eran esos demonios y que me esperaba en la eternidad a su lado, pasaba las hojas de pergamino lentamente, admirando las ilustraciones, al llegar a demonios del antiguo mundo me encontré con los Egipcios, la vestimenta, los rasgos eran los de Irais; el mundo de arena que con el viento y el tiempo arrastran al mundo de la muerte y su inframundo; ese demonio era tan milenario que me pregunte cuánta sangre había derramado y cuántas muertes había admirado, sentía tanta envidia y admiración por esa hermosa mujer, continúe con mi lectura y después de continuar leyendo me encontré con el demonio nórdico Andru era un demonio al servicio de Dragones, era tan fuerte como Irais y tan llamativo en sus encantos.
Termine la lectura de mis libros oscuros pero sobre todo prohibidos, el cielo se tornaba rojo en cuanto el sol se ocultaba detrás de los volcanes los guardianes de esas tierras, el día de mi funeral tenía un encanto sangriento, manchas carmesí entre las nubes, las mire a través de la pequeña ventana que iluminaba escasamente ese pasadizo secreto de mi hogar, me encamine a través de ellos por las paredes de la hacienda, y me encontraba mirando a través de un cuadro retrato de mi abuelo de sangre española, ese féretro cubierto de flores blancas era llamativo.
-Ahora te darán cristiana sepultura, pero que estupidez - la voz de Irais hizo eco y su ligera risa me hizo temblar busque en los lados del pasillo, pero no vi nada, volví la vista al funeral y ahí estaba ese demonio con vestido y velo negro dando el pésame a mi pobre madre, con ternura y en sus ojos oscuros se notaba un brillo de dolor, el cinismo de ese demonio era grande burlándose del dolor de esa pobre señora, mi madre, con cada lágrima que cae por las mejillas y mojan el rostro de ese cadáver, el cadáver de su pequeña hija, la bella y sensual demonio sonreía cada vez más; me quede viendo cautivada a Irais, la dulce actuación de dolor y el dulce placer de causarlo, más mi corazón que con el tiempo dejaba de latir, casi se me sale del pecho por el terror cuando sentí una mano helada entre mis dedos que me jalaban por el túnel guiándome entre la luz y oscuridad; cuando de nuevo pude mirar con la ayuda de los últimos rayos del sol vi el rostro de Andru.
Aquel hombre vestía como todo un caballero español; su cabello largo y negro con ligeros tonos azules lo había atado con un lazo; sus ojos oscuros brillaban como dos llamas, solo reflejaban el fulgor del infierno, no se cuantos minutos habían pasado sólo me perdía en las líneas de su rostro y cuello, yo no podía decirle ninguna palabra; sólo estaba en mi el intento de escuchar las palabras muerte; venganza, trato y pago, y hasta que el me tomo del mentón para cerrarme la boca creo que volví a respirar regresando a mi realidad.
Esa realidad se encuentra perdida entre las líneas del tiempo, descritas entre palabras rojas y resguardadas en trozos de papel; me he perdido de los hechos de mi relato, los gritos de nuevas víctimas me volvieron al presenten, yo suelo preparar los instrumentos de tortura que mi ama usara en su nueva adquisición y si no están como a ella le gustan los usara en mi como castigo y no como una recompensa; y es mejor que empiece de una buena vez con esas tareas, limpiar y pulir cada herramienta, tener un poco de materia complica mis deberes y en verdad no quiero sentir ese dolor que me parte el espíritu en dos.
Me encuentro de nuevo escribiendo palabras buscando sentido a mis memorias; Irais ha sido cruel con esa otra pobre alma pero tampoco me he salvado de mi castigo; he colocado mal los látigos; ella es tan precisa en sus técnicas y para recordarme el uso de esos instrumentos me ha dado 10 azotes con cada uno; siento correr lágrimas por mis mejillas; o un liquido parecido si es que eso es posible; tengo rabia y frustración; solo me he equivocado en el orden de dos látigos y sin embargo he recibido los 100; sin tan solo tuviera piel creo estaría abierta y sangrada, el señor Andru solo ha sido un observador placentero de mi castigo, en esta madrugada a un recuerdo esos ojos de él; que con el paso del tiempo se vuelven más oscuros por la crueldad de sus pecados.
Volviendo a las memorias de mi mente, el día de mi funeral me encontraba con ese demonio casi en el jardín, yo completamente embelesada en sus labios que proclamaban mi futuro y mi condena, pero cuando menos lo sentí el hilo se sangre corría por mi comisura izquierda; me había golpeado por lo distraída que me encontraba; estaba tan molesta por su acción y solo me pronuncio -aquí no estás entre damas ni caballeros estúpida muñeca de carne, estas entre demonios y por ello pon a tensión- sonrió complacido del daño que me había hecho; me tomó del rostro con una mano y sin descaro paso su lengua por el hilo de sangre; sentí rabia y el corazón de me acelero a punto de salirme de nuevo del pecho cuando este ser me beso, saboreo mi sangre y recorrió con sus manos mi cuerpo por mi vestido negro, lo deje tocarme como lo había hecho Irais.
Cuando termino de besarme me tomó del cabello y me jalo haciendo mi cabeza hacia atrás dejando al descubierto mi cuello, lo lamió lento hasta que mi vista se cruzó con esos ojos rojos llenos de odio con el brillo del infierno, susurró a mi oído -muñequita estúpida hoy es tu gran noche, no seas más idiota y haz lo que se te dice- me empujo al suelo cayendo de rodillas ante el, Andreu se sentó cómodo en la silla que mi padre ocupaba para tomar café en el jardín y me miró - estas muerta y tu venganza será gloriosa... Pero después de tu dulce y placentero juego hablaremos bien de nuestro pagó- hice a un lado todos mis temores, era cierto estaba entre tinieblas a las ideas y planes de esos dos seres, solo era un juguete, una vil marioneta tratando de ocultar mi ignorancia, no era lo mismo leer libros a ver, escuchar y sentir la oscuridad. Me siento cansada por la tortura de mí señora, como deseo poder suspirar la pena a través de un suspiro mis labios pero están cosidos, eso me traería alivio, lo sé, solo deseo descansar un poco entre las sombras y tratar de volver a la esperanza a través de la luz de la luna, me abrazaré a las piernas y tratare de consolarme como siempre lo hago, meciéndome con los sonidos de la noche, con las miradas de la brujas, con los lamentos de otras almas e incluso con la voz chillona de la llorona, ese espectral espíritu que se aun recorre las calles en busca de sus a sus hijos, aun lo pienso y es trágico y a la vez dentro de mi oscuridad algo patético.

ESTÁS LEYENDO
RELATÓ DE UNA ALMA
HorreurHe aquí mi inicio en el mundo de las letras, después de tanto tiempo entre sombras y tinieblas, esperó no chocar con las tintas amargas y ser guiada por las palabras, que bien destruyen peor que un arma o alivian el alma. Hola mi nombre es Beatriz...