Tenías el nombre de la noche.
Me observabas con el pecho
abierto en terraplenes desiertos;
Como el juicio inacabado
del deseo último de encender
las bombillas en tu garganta
y alumbrar tus ocelados focos vitales.Vi que tenías el nombre de la noche
y camuflabas tu sombra
bajo la luminiscencia
de la tímida madrugada escapando.
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Los Perros De Octubre
PoetryOctubre tiene frío y le hiela la lluvia, pero es feliz; le gusta caminar sin abrigo en las solitarias noches heladas, colocarse los guantes y la chaqueta cada mañana y sentirse resguardada, mirar su reflejo y guiñarse un ojo. Pero sobre todo; le gus...