Dos meses después, Kiev. Zona central.
Dos meses después, Kiev.
Su respiración lenta y pausada llenaba la penumbra de una calidez reconfortante. La tranquilidad le permitía pensar mejor, evaluar cada minúsculo detalle de la situación.
Tenía un problema; el dinero se agotaba.
Exhaló un suspiro y apoyó la cabeza contra la pared, debía encontrar una solución, dormir en la calle jamás fue una opción, exponerse a los Vigilantes era un riesgo absurdo e innecesario.
Los rayos del sol empezaron a filtrarse por la ventana disipando las sombras, la claridad la aturdía. Sin hacer más, tomó su abrigo negro y abandonó la habitación.
Caminar entre las personas siempre resultaba un reto, se sentía como un vampiro expuesto a la luz solar, indefensa.
Se detuvo frente a un edificio de unos 280 metros de altura, la limpia estructura de acero y cristal le conferían ese aspecto espacial que tanto odiaba, en lo más alto se podía leer en letras metálicas y perfectas;
Lysenko.
Centro de realidad inmersiva.
No permitió que la imponente mole de cristal la abrumara, una fuerte gama de luces LED la recibieron al entrar, por dentro el lugar era más reluciente de lo que había imaginado. Sus ojos no se habían adaptado lo suficiente cuando escuchó la voz servicial de un humano.
¿Un humano?
¿Qué hacía una persona en un CRI a parte de jugar?
—Buenos días, señorita ¿en qué la puedo ayudar? —preguntó el hombre tras el mostrador de cristal.
—Uh, vengo a solicitar una membresía.
—Muy bien, dígame el número registrado de su CI.
—040219.
El hombre, de unos 24 años, introdujo el número en uno de los enormes ordenadores y en un abrir y cerrar de ojos la pantalla se llenó con la información de la solicitante.
—Mel Demyanovna ¿Eres extranjera?
— ¿Le importa?
El muchacho se aclaró la garganta.
—Ah, aquí dice que su dirección actual es Odessa ¿Qué hace en Kiev?
—Vengo a gastar dinero en los juegos, es lo único que debería importarle.
El muchacho avergonzado continúo haciendo clics y tecleando información.
— ¿No es este sistema de inscripción un poco anticuado? —Mel preguntó con cierto tono de ironía.
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SOLITARIOS ©
Ciencia FicciónUcrania, año 2078 Mel despierta en un hospital sin recuerdos de su vida pasada, según los médicos que la atienden sufrió un accidente de tráfico donde murió toda su familia, pero ella sabe que algo no encaja. Cada noche en sus sueños...