Capítulo 6: Un juego para salir

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Todos se reunieron de nuevo, asombrados por lo ocurrido.

-¡¿Qué acaba de pasar?! -Dijo sorprendido Tomás.

-Al parecer Aura quería que entráramos en el juego y nos ha llevado hasta aquí. -Respondió Carlos-. Esta lava debe de tener algo mágico y ha conseguido que siguiéramos vivos.

-Carlos -dijo Saúl-, ¿crees que deberíamos entrar al juego?

-No creo que haya otra salida -respondió Carlos.

-Pues, ¡voy primero! -exclamó rápidamente Mario, mientras corría hacia la puerta.

Mario abrió la puerta rápidamente y entró. Varios segundos después, entusiasmado, gritó a sus amigos que entraran, y así lo hicieron.

Al pasar la puerta, había un gran recibidor de piedra, alumbrado por antorchas, pero esta vez mucho más abundantes. Varias columnas de mármol se alzaban, iniciando un camino de baldosas blancas y negras. A cada lado de la puerta había dos hombres musculosos, con unos pequeños cuernos en las cabezas, y una larga cola de fuego en su parte trasera. Por piernas tenían, una especie de patas de caballo, pero mucho más peludas.

Los dos hombres se presentaron. El primero, de cabellos rubios y ojos ámbar, se llamaba Goliat, y el siguiente, moreno y con ojos rojos como el fuego, era Gedeón. Después comenzaron a explicar su deber en la sala.

-Nosotros somos los guardianes del "Involdium" -explicó Goliat-. Somos los guardianes de estas mazmorras, y cada vez que una ninfa activa la alarma, debemos presentarnos aquí para devolver la fortaleza.

-Todo ha vuelto a su normalidad -dijo Gedeón-, pero es la primera vez que unas personas como vosotros aparecen por estos lugares. Sin embargo, todo nos fue explicado, y estamos aquí para ayudaros.

-Muchas gracias, ..., guardianes -dijo dudando Saúl-, Aura nos dijo algo de responder bien a unas preguntas, pero no entendimos muy bien el significado.

-Por supuesto -exclamó Gedeón-, este es el juego del Involdium, creado desde tiempo y memorial, para el resguardo de las fortalezas. Muchos guardianes han pasado por aquí, pero nadie consiguió escapar -dijo mientras se apartaba para dar a conocer varios esqueletos tirados en el suelo pudriéndose por la vejez-.

-Esperábamos que esta vez, vosotros nos pudieseis ayudar a escapar de esta prisión -dijo Goliat-, sois nuestra única esperanza.

Los seis amigos atónitos al descubrir donde estaban, decidieron ayudarles a escapar, y encontrar la salida.

-Creo que este es el camino -dijo Iván mientras corría hacia el camino de baldosas.

-¡¡Espera!! -gritaron los dos guardianes al unísono.

Sin embargo, el grito no pudo parar a tiempo a Iván y presionó una de las baldosas.

-Bienvenidos al Involdium -dijo una extraña voz de mujer- es hora de que empecéis a jugar, cada jugador debe colocarse en una de las casillas, todos en la primera fila. Ocho casillas, ocho personas, después, vosotros mismos debéis encontrar la forma de salir de este pasillo, tened cuidado, o moriréis en el intento.

Todos, callados, se colocaron en la casilla que marcaba el inicio.

-Y ahora, ¿qué debemos hacer? -preguntó tembloroso Iván.

-Como ya os hemos dicho, nadie ha conseguido escapar antes de este lugar -respondió Gedeón.

-Debemos encontrar, entre todos, la solución a este acertijo -dijo Goliat-. Que nadie se mueva sin tener una idea clara.

Kinesis: El OrigenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora