the cold girl. lrh

cinco

El señor Thompson estaba entregando los exámenes finales. Como siempre me había sacado un diez, era Luke quien me ponía nerviosa. Si él desaprovaba y se llevaba la materia, sería culpa mía.

Voltee a verlo, él parecía relajado, aunque su pie chocaba contra el suelo haciendo un ruido constante

No estaba nervioso, estaba ansioso.

Entonces fue cuando el profesor dejó su examen sobre su banco y Luke lo miro, tenía cara de poker.

Fruncí el seño.

Se supone que me diría si aprobó o no y lo único que hizo fue guardar su examen sin ninguna expresión en su rostro.

Ahora yo era quien estaba nerviosa.

Si Luke hubiera aprobado estaría saltando de felicidad. Pero si no se hubiera sacado el diez que necesitaba estaría enojado y frustrado.
Pero él simplemente estaba ahí sentado con cara de nada.

El timbre sonó y fui hasta pararme al lado de su banco, apoyé mis manos sobre su mesa buscando su mirada.

Él me vio y comenzó a sonreír hasta dedicarme la sonrisa más grande que nunca había visto. Saltó de su silla a abrazarme y luego se subió a esta haciendo un bailecito de victoria.

Y yo simplemente sonreí.

Ayude a Luke a aprobar.

Me sentía muy feliz por él.

L U K E

Terminé mi baile cuando bajé la mirada y vi su sonrisa. Diablos, era una hermosa y sincera sonrisa.

Esa fue la primera vez que vi sonreír a Peyton.

Parece que quedé embobado ya que me caí de la silla y choqué contra el suelo.

-Luke, estás bien?- ella me veía confundida y aunque jamás lo admitiera, preocupada.

-Si- sobé mi cabeza- mierda.

Peyton me ayudó a levantarme y revisó que no sangrara.

-Oh dios Luke!

-Qué? qué pasa?- me puse nervioso.

-Tienes una cascada de sangre ahora mismo- el tono de Peyton y el horror de su rostro me hicieron pensar que podría ser algo grave.

Así que comencé girar intentando ver mi cabeza y a ponerme más nervioso.

-Peyton Peyton, sigue sangrando mucho?

Entonces ella rió.

Demonios.

Peyton.

Estaba riendo.

Y demonios otra vez.

Se veía tan linda.

Pero lo malo era que no fui yo quien lo causó, no exactamente.

Su risa era suave y tierna.

Y diablos

Me encontré queriendo que Peyton riera una vez más.

Mejor dicho quinientas veces más.

Pero con una me bastaba.

Por ahora.

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Me invité a la casa de Peyton aunque ella había intentado hecharme.

-Te juro que no me importará si tienes bragas tiradas por todo tu cuarto.

-No es por eso idiota- respondió mientras forcejeabamos, yo empujandola hacia adentro para entrar y ella me intentaba de tirar para afuera.

-Entonces no niegas que tienes bragas tiradas por todo tu cuarto?

-No tengo bragas tiradas por ahí.

-No?

-Podrías ir a ver las bragas de Emily, estoy segura que haría que tu las mordieras.

-No sería la primera vez- reí.

-Que asco.

-Tu culpa.

Pude tirar a Peyton hacia adentro y cerrar la puerta tras de mi mientras levantaba la llave, victorioso.

-Mis llaves no son un premio, Luke- dijo quitándomela de las manos.

-No lo serán para ti pero al fin puedo entrar a tu casa. Dónde está tu cuarto?

-Arriba, pero no pienso dejar que...

Era muy tarde, corrí escaleras arriba para abrir cada puerta hasta encontrarme con su habitación.

El cuarto de Peyton tenía color bordó fuerte en las paredes aunque una de ellas era blanca para que la luz que entraba por la ventana se refleje mejor.
Su cama estaba al lado de su ventana, había una pequeña mesa llena de papeles.

El lugar en el que Peyton estudia.

Y más cosas que me interesaron poco debido a que me tiré sobre su cama.

Ella me miraba desde la puerta negando con la cabeza como si estuviera decepcionada.

-Yo tendría que estar molesto.

-Ah si? Y por qué?

-Aprobé y ni fuimos a comer al centro. Tampoco fuimos al cine.

-Puedes hacer eso con Emily.

-Pero no quiero estar con ella, quiero estar contigo.

-Luke, si nunca quieres pasar tiempo con tu novia, por qué rayos es tu novia?- preguntó sentándose sobre su cama y cruzando las piernas igual que yo.

-Porque a mi padre le agrada, además no soy bueno intentando cortarle a Emily.

-Por qué?

-Porque comienza a llorar y a decir que nadie la quiere y me pongo nervioso.

-Eres demasiado bueno con ella, Luke.

-Lo sé- suspiré.

Los dos nos quedamos callados un rato mirando cualquier cosa menos al otro.

-Lindo cuarto...

-Gracias.

-Tengo hambre.

Peyton se tiró sobre la cama y estiró los brazos.

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