El: decimoseptima carta

109 12 2
                                    


Ese viernes fui a verte, cuando entré a tu habitación no parecías ser la misma.
Tu piel canela había cambiado a un color amarillento y el labial rojo que siempre traías había sido reemplazado por unos labios pálidos y resecos. Me sentía enojado pero a la vez roto, "tiene que ver una solución" te dije, a lo cual respondiste con lágrimas en los ojos "solo ven y échate a mi lado". Lloré mientras te sostenía en mis brazos, me había dicho a mí mismo que todo estaría bien, que esto solo era una pesadilla de la cual saldríamos para vivir en un sueño...lastima que la pesadilla era real y siento que aún no puedo despertar.

Cartas de desamor para mi único amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora