No me salen las palabras. Estoy bloqueado. No puedo decir nada, sólo sentir. No puedo contar nada, sólo mentir. No soy nada, nadie, ni un concepto, ni una persona. Soy un esclavo y lo único que hay en mí ahora mismo es dolor.
Depresión ha estado llamándome, dice que quiere volver, que todo va a ir bien. Echo de menos el vacío que me hacía sentir, al menos eso me hacía sentir vivo, y servía para tener la sensación de que todas mis palabras quedaban en algún lugar. Me pregunto si las promesas se rompen cuando caen ahí abajo con la misma facilidad con la que se rompen cuando están fuera.
Me ha prometido quedarse. Sé que al menos ella lo cumplirá. Viene con Soledad. No me importa. Nos conocemos bien. Ha estado conmigo durante años, sólo hace unos meses que se fue con Depresión, pero han vuelto.
Soledad conoció a Tristeza, y se fue con ella, hace tanto tiempo, que nadie sabe cuándo. Soledad era un misterio tan precioso, que Tristeza no pudo evitar enamorarse de ella. Esto hizo que Depresión siguiese su camino, sin nada que decir, desvaneciéndose.
Se amaban tanto, con tanta fuerza, que perdieron la noción de quiénes eran. Soledad y Tristeza se habían ido.
Durante meses, nadie supo dónde se había escondido Depresión. Soledad creyó que se había ido para siempre, pero Depresión nunca dejó de observarla. Parecía haberse desvanecido completamente de su memoria por culpa de Tristeza. Parecía haberse perdido. Sabía que Soledad se estaba consumiendo, se estaba quemando por dentro dando todo de sí misma. Decidió volver con ella y llevársela lejos de Tristeza, quien era tan fuerte, y estaba tan enamorada, que decidió seguirlas.

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Deathamphetamine.
Truyện Ngắnel dolor es de un color horrible. ella estilo sexo en Nueva York, yo estilo Faluya.