No lo sé -dije, mientras era consciente de que estaba mintiendo, como jamás lo había hecho- Simplemente, ha ocurrido. No quiero hablar de ello.
Te prometí que había vuelto para quedarme -dijo Depresión, mientras su fría mano rodeaba mi cuello-
Quizás los sentimientos eran más fuertes que las palabras -dijo Muerte, cada vez más cerca de mí, ayudándome a no sentir el frío de Depresión rodeando mi cuello, esperando pacientemente a que vuelva a intentarlo-
Quizás las promesas se rompan con facilidad y no podamos evitarlo. Quizás no sepa expresar todo mi dolor. Quizás los silencios duraron más que los besos.
Depresión y Muerte se han quedado conmigo, para darme frío y quitármelo, hacerme sentir vivo y muerto; y recordarme que Soledad se ha ido, pero siempre habrá algo de ella dentro de mí, justo donde el dolor me paraliza el corazón.
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Deathamphetamine.
Short Storyel dolor es de un color horrible. ella estilo sexo en Nueva York, yo estilo Faluya.