Capítulo 5.

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-Oye Mario Ruiz- dije algo dudosa.

-¿Qué pasa Emma?

-¿Te puedo poner un sobre nombre?

-¿por qué?

-¿Contestaras con otra pregunta?

-Jajaja tal vez. ¿Para qué el sobre nombre?

-Mario y tú tienen el mismo nombre.

-Ahh entonces sí, si puedes.

Me quede platicando con los Marios un buen rato hasta que nos dimos cuenta que eran las 6:00 de la tarde. Mario Ruiz ya se iba pero se detuvo para invitar a los Bautista a la reunión que habría en el departamento de Sebastián Arango dentro de 6 días.

Después de que Ruiz se fue Mario y yo nos quedamos en la sala sentados, acompañados de un gran silencio.

-¿Emma?

-Si...

-¿Tú crees que nos llevemos bien?

-Sí, creo que sí.

-A mí me agradas y solo llevo unas horas de conocerte.

-creo que nos llevaremos bien.

                                                                 4 Días después.

Hoy es jueves, faltan dos días para la reunión en casa de Arango, en estos cuatro días Mario me platicaba de sus amigos y sus Bautisters, Daniel me hacia reír, veíamos películas, Jan jugaba conmigo Halo 4 en XBOX 360. Los papás Bautista salieron de viaje a Querétaro.

Todo iba bien pero una llamada lo cambio todo.

   *llamada telefónica*

-¿Hola?-dije levantándome de mi cama.

-Emma soy Alejandro- me dijo algo agitado.

-¿Qué paso? ¿Estás bien?

-sí, yo sí pero Aldo no lo está.

-¿En dónde están?

-en el hospital Juárez.

-voy para allá.

*fin de la llamada*

Bajé corriendo las escaleras pero choque con Daniel me iba a caer pero logre equilibrarme.

-Quítate, quítate- le hice señales a Daniel para que me dejara pasar.

-¿Qué te pasa Emma?

-Mi mejor amigo esta en el hospital.

-Vamos, te acompañamos.

-¡No! Si nos ven a los cuatro juntos comenzaran a decir cosas.

-Emma no importa, ahora somos una familia.

-Gracias.

Salimos de la casa yo salí corriendo hasta el auto de Mario y nos dirigimos al hospital en el cual estaba Aldo.

-Emma- mi primo se acerco a mi.

-¿Qué le paso a Aldo?

- Una pelea, estaba peleando con un tipo en una fiesta y el tipo saco una navaja y se la enterró en el estomago.

-Y ¿el tipo esta en prisión?

-Si tranquila-me abrazo.

Nos sentamos en la sala de espera en un gran silencio, mis primos y sus amigos solo veían a los Bautista, no sabia si mis papás les dijeron algo.

Después de unas 3 horas el doctor por fin apareció.

-Familiares del joven Aldo- todos nos pusimos de pie incluyendo a los Bautista.

-Vaya es mucha familia- dijo el doctor.

-Doctor ¿ Aldo esta bien?

-Si, perdió un poco de sangre pero estará bien, está descansando en estos momentos.

-¿Puedo verlo?

-claro que sí, se encuentra en la habitación 223.

-Gracias- dije mientras corría a la habitación.

Al llegar vi a mi amigo tendido sobre la cama, agarre una silla y la puse a un lado de la cama, tome su mano y recosté mi cabeza sobre la cama hasta quedarme dormida.

Viviendo Como Una Bautista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora