El Chico De Mis Sueños 4: ~¿The Fame Or The Dreams?~

Mi chico, Noah

Regresamos tan callados. Tenía unas ganas de llorar de rabia y golpear a Levi que me digné a salir al baño y quedarme allí hasta llegar a Canadá, mi hogar. Antes vivía en Latinoamérica, pero nos mudamos por papá. Levi está de intercambio allá.

-Espera -Levi se me acerca a paso inseguro con sus ojos azules que, evito para no dejarme imnotizar- ¿Estás enfadada?

No, si no... Imbécil... Tarado...

¿Por qué eres tan bruto?

-Voy al baño -Dije cortante para irme rápido sin desatar el Tsumami.

-Espera -Repitió- ¿No me responderás?

-Quiero ir...

-Brenda, respóndeme -¿Por qué insiste tanto?

-¿¡Puedo ir al baño -Le grité- o te vomito en la cara?!

Sentí que venía... Ay, no... Me llevé las manos a la boca para evitar que algo mano saliera de ella, sí... Vómito.

-¿Estás... Estás bien? -Preguntó tratando de acercarse ignorando mi grito de fúria.

-NECESITO IR AL BAÑO -Le dije entredientes.

Corrí al baño y tranqué la puerta con el basurero. Me senté en el suelo e inhalé y exhalé... Me sentía cada vez más mareada.

-Brenda, hermanita -Joan estaba detrás de la puerta incómodo con mis gemidos de desespero.

-Ay, Joan... Yo... -Dije tragando saliva- Estoy algo mareada solamente.

-Bien... -Dijo satisfecho- Voy a estar cerca por si necesitas algo, ¿ok peque?

-Gracias, Joan -Dije más solemne.

Al llegar a Canadá, me bajé sin mirar a nadie y entrando a la limusina de Levi, y hablando de él; salió detrás de mí y hasta me asusté. Salté a la limusina y golpée a Levi con la puerta.

Lo miré y me quise reír por un momento, pero se metió al auto adolorido.

-¿Qué demonios?

-Me diste miedo, me perseguías, y sabes como me pongo -Dije entre risas.

-Olvidalo -Dice acomodándose- ¿Por qué me evitas tanto?

-¿Debo decirlo? -Tenía que recordarme eso... Hijo de...

-Bueno... Por lo que sé no hice nada malo -Dijo muy seguro que lo que decía.

Bufé y me trencé el cabello con mechad californianas, ignorando a Levi.

»¿Al menos me podrías decir?

-No Levi, no pensaré por ti -Dije apretando los labios, fulminándolo.

-¡Dios! -se quejó- ¿entonces cómo quieres que te pida disculpas?

-¡No te será tan fácil con solo decir «disculpa, Brenda, te amo»! -Dije imitandolo con rabia- Tú piensas que soy una de tus fans, pero no. No me derrito por ti, Miller.

Es una de esas veces, cuando estoy enojada de veras, que le digo Miller. Ambos nos quedamos callados y Joan se subió resentido con Levi, también.

Cuando pudimos llegar a casa me baje dando las gracias en un susurro corto, cogí mis maletas y entré a cada encerandome en mi habitación. Para calmarme tomé el libro que me regaló Levi cuanado AÚN lo reconocía; Buscando a Alaska.