Capitulo V.

23 1 0
                                    

Llega la tarde. Me acomodo en uno de los muebles de mi casa y recuerdo el instante en el que lo ví.
Ese Viernes, ese es el día que jamás olvidaré.
Yo iba de camino a casa, cuando de la nada sale él, con su hermoso rostro, con esa perfección que me encanta.

Solo se sentó en una de las sillas del parque, junto en la que me siento para leer.

Lo miré detenidamente, y allí en ese mismo instante me di cuenta que, quería algo mas que solo verlo.
Me acerqué lentamente, hasta sentarme a su lado.
Me miró, sonrió y se presentó.
Le correspondí igual.
Hablamos unas horas.
Cada palabra, cada sonrisa, cada momento, me sentía mas a gusto a su lado, sentía unas terribles cosquillas en mi interior, que eran fuera de lo normal, en mi.

A la hora de partir, un vacío se apoderó de mí.
El tiempo de había ido demasiado rápido.

-Adiós. -Me dijo.
-Adiós, hasta luego. -Respondí.
Una sonrisa recorrió su rostro, dio media vuelta y se fue despacio.
Hice lo mismo, pero un grito...
-¡Hanna! espera...
-¿Que sucede?
Me miró y dijo: -Te veré el próximo año en la universidad. ¿Ok?
-Dale... Ok.
Y de nuevo se fue.

Desde ese día hasta hoy, no e dejado de pensar en él y de el calor que me transmite cuando estoy cerca de él.

Me paro del mueble, me cambio y me acuesto, sintiendo cada vez mas cerca el momento de verlo de nuevo. Es lo único que me alegra, para tener la misma rutina, día a día.

Esta noche soñaré con el día en que el sienta lo mismo que yo, el día en que nuestros caminos se unan y formen uno solo, el día en que me bese y no pueda parar de hacerlo.

Lo que me pregunto cada noche antes de dormir es... ¿Cuando llegará ese día? & ¿Si llegará?

Lagrimas De Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora