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Tenía la leve impresión de que algo así sucedería, lo supe desde que me levanté esta mañana con el pie izquierdo. No es que sea supersticiosa ni nada parecido... solo el hecho de que me haya pegado en el dedo pequeño del pie con la esquina de una silla, que mi celular se callera en la tasa del retrete, que casi quemara por completo un mechón de mi cabello cuando trataba de arreglármelo, cuando casi pierdo los boletos para la fiesta –porque accidentalmente los había confundido con basura y los había tirado al sesto-, todo eso no es que no significaría nada... ¡por supuesto sabía que significaba algo!

Y para cerrar con broche de oro este espantoso día, Harry me deja plantada. ¿Cómo puede ser tan desconsiderado? ¿Por qué me hizo esto? A mí, su mejor amiga. Me dejo plantada y exactamente hoy !el día de la fiesta! ¿Y ahora con quién iré? ...supongo que no queda más que llegar sola, como en cada ocasión ha sucedido desde que tengo memoria.

Se supone que hoy quería hacer que Harry se divirtiera conmigo y los demás chicos, hacer que por una vez disfrutara ser alguien de nuestra edad, pero ¿Qué es lo que hace? ¡Ah! pues fácilmente elije no ir a la fiesta y dejarme sin acompañante. Que fácil para él.

Bueno, pues veamos el lado bueno, no voy a llegar con 'el nerd'; sueno dura, pero así es como suelo reaccionar a este tipo de conflictos, cuando alguien me abofetea yo se lo regreso y sin pensarlo dos veces. Puedo ser la chica linda y agradable con todas las personas que se porten de la misma manera conmigo; y si son todo lo contrario, pues dudo que les agradase llevarse conmigo.

Después de la pequeña pelea que tuve con Harry decido que continuaría con mi plan de asistir a la fiesta con o sin él, me valía muy poco lo que los demás pensaran de mí y no quería que Harry fuera la razón por la que todos mis planes para el día de hoy se fueran directo al cesto de la basura. Bueno, supongo que mi último consuelo será lograr pasar el rato con Liam Payne... aunque espero que me conozca.

Tomo prestado uno de los autos de mi padre para llegar al campus, y en cuanto llego todo el ruido de la música y el ajetreo se encuentran encerrados dentro de un par de grandes carpas de color blanco sobre un piso de madera sobrepuesto encima del verde césped que se ve reluciente cuando hay partidos de futbol; todo es adaptado, y se ve muy lindo y sofisticado.

Claro que no faltaban los chicos y chicas que adornan las afueras mientras toman y fuman, o mientras hacen cosas algo inapropiadas. Hago un gesto de disgusto y sin más rodeos al asunto, camino hacia la entrada donde una chica vestida impecablemente está recibiendo los boletos.

—Hola —dice ella sonriente.

—Hola —contesto tratando de sonar animada, pero siento que la expresión que llevo en el rostro no ayuda demasiado.

—Necesito tu boleto —Después de sacarlo de mi bolso, se lo doy y me da acceso.

Dentro, todo el ambiente está más que prendido. Chicos y chicas bailando, unos más cerca que otros; cantan, bailan, unos solamente están parados conversando y otros ocupan algunas mesitas que andan regadas por todo el lugar y la barra del bar, y eso sí, las bebidas no tenían que traspasar el exceso de alcohol permitido para alumnos de nuestra edad.

¿Y ahora qué hago? No pienso quedarme varada aquí viendo como todos los demás se divierten. Alcanzo a visualizar un lugar vacío en la barra y con algo de trabajo logro pasar entre los cuerpos sudorosos y muy juntos de mis compañeros. Demonios, es difícil caminar cuando a cada paso que doy intento evitar algún pisotón de los demás. Espero que no rompan mi vestido.

—Hola -—le digo al chico que atiende la barra— me das un refresco de Cola con hielos.

Sé que había dicho que ya no tomaba refresco, pero creo que esa es la única bebida que sirven aquí y que no tenga ni una pequeña pizca de alcohol. Yo no me emborracho.

¿Y dónde quedó el Nerd?|Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora