VIII. Jet: el cotilla

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Después de haber leído aquel diario, me habían entrado ganas de expresarme de alguna forma. Ya sea escrito, ya sea grabando audios, simplemente quiero guardar mis memorias en algo.

Todos los cuadernos que tenía estaban usados a la mitad, y no tenía nada para grabar. Entonces me acordé de una caja en la que guardaba cosas importantes para mí, a saber dónde estará.

Empecé a buscarla en mi escritorio, por mi armario en mis cajas de juguetes, pero no la encontraba. Mi habitación estaba patas arriba, no tenía ni maldita idea de dónde podría estar la dichosa caja.

Me tumbé en el suelo mirando los pies de mi cama. Debajo de ella, vi una figura algo rara. Fruncí el ceño mientras extendía mis cortos brazos para sacarla, pero no llegaba. Metí medio cuerpo debajo de la cama hasta llegar a encontrar la caja.

Sonreí y estaba dispuesto a salir cuando alguien llamó a la puerta.

-¿Near? ¿Estás aquí?

Maldición, Jet. Déjame en paz aunque sea por un día, por Dios. Me tiene más que vigilado, es como si fuera su prisionero.

No respondí y me quedé debajo de la cama. Las sábanas llegaban hasta el suelo, así que le será difícil encontrarme. Se irá cuando se aburra.

-Near, me han dicho que no has salido de tu cuarto en toda la mañana, sé que estás ahí.

Qué buena gente la del orfanato. ¿No tienen otra cosa que hacer más que querer saber dónde estoy o con quién? Venga ya.

Volví a quedarme en silencio, esperando a que Jet se fuera. Entonces escuché un ruido que casi me provoca un infarto. La puerta de mi cuarto se abrió bruscamente acompañada de un grito que seguramente se escuchó en todo el orfanato.

-¡Near, sal de una vez!

Que no mire debajo de la cama, que no mire debajo de la cama...

Me quedé quieto y callado como un muerto, procurando mantener la respiración lo más tranquila posible hasta que el Sr. Quiero-saberlo-todo se vaya.

Lo oí chasquear la lengua y salir de mi dormitorio detrás de un portazo. Sonreí y salí de la cama con cuidado por si seguía ahí. Me acerqué a la puerta para ver si tenía algún rasguño, pero no lo había. Suspiré de alivio y entonces llamó otra vez.

-Near, estás ahí. A mí no me engañas.

Oí pasos apresurarse hacia él y una voz furiosa le gritaba como si hubiera matado a alguien. Bueno, en realidad sí: está matando mi privacidad.

-No está ahí, imbécil -Mello... ¿por qué él?-. Deja la puerta en paz, no tiene la culpa de que a Near le parezcas insoportable.

¿Qué estás diciendo, Mello? No saques ese tema, porque no es verdad al 100%. Me parece un poco cotilla, pero es mi amigo. Fue quien me cuidaba mientras tú me golpeabas e insultabas.

-¿Near ha dicho eso? -su voz sonó herida-. No puede ser... lo conozco muy bien, no sería capaz de decir algo así.

-Pues creételo, porque es la verdad. El que tú creías un amigo te ha puesto fino.

No quiero que estos dos se peleen por una mentira sin sentido, no quiero que se hagan daño por una tontería como esta.

Extendí mi mano temblorosa hacia el pomo de la puerta, pero me detuve en el último segundo. Y si abría la puerta y salía, ¿la discusión iba a peor? ¿Qué podría pasar si salgo y doy la cara?

Lo más probable era que acabaran dándose puñetazos y que recibieran un castigo por parte de Roger. Esto es muy malo, Jet es mi amigo y quiero defenderle pero a lo mejor Mello volvía a odiarme. Si defendía a Mello, el que me odiaría sería Jet. ¿Qué hago?

Decidí abrir la puerta y salir a detener la pelea. Mello y Jet se estaban agarrando la camisa el uno al otro y estaban a punto de golpearse en la cara.

-¡Parad ya! ¡Los dos!

Se soltaron y los separé con los brazos. No miré a ninguno de los dos, estaba enfadado con ambos. No quiero que se peleen delante de mí.

-¡Quiero saber qué está pasando y porqué os estáis peleando!

-Sabía que estabas ahí -Jet me interrumpió, agarró mi brazo y tiró de mí-. Él es mío, Mello, no me lo quitarás de las manos.

-¡Jet, suéltame ahora mismo! ¡Yo no soy de nadie!

-Además, a él le pareces insoportable, Jet -Mihael, basta ya, si pretendes mentir para ganar no va a funcionar-. Te evita todo el tiempo, ¿no te has dado cuenta? No puede estar ni dos días sin quejarse de ti.

-No es cierto, ¿verdad, Near? -me miró como si fuera su peor pesadilla el que hablara mal sobre él.

-No dije eso, sólo... creo que eres un poco cotilla, siempre quieres saber qué me pasa o dónde estoy. O si estoy con alguien.

-¿Lo ves? -Mello, para ya-. No quiere estar contigo, y yo le eché el ojo encima antes.

-Me la suda, y si me odia -Jet me puso frente a él-, le haré sentir lo contrario.

Y me besó delante de Mello.

Yo abrí mucho mis ojos e intenté soltarme, pero su lengua se abrió paso por mi boca y no tuve más remedio que cerrar los ojos con fuerza. Los abrí otra vez y miré de reojo a Mello.

El chico rubio tenía los labios partidos y los ojos cristalizados. Un brillo en sus pupilas mostró que estaba a punto de romper en llanto. Esto no puede seguir así, no quiero que Mello me odie.

Me separé de Jet cuando me faltaba el oxígeno y di varios pasos hacia atrás hasta chocar con la pared. ¿Qué acababa de pasar? ¿Qué había hecho? ¿Por qué me había besado Jet?

Decidme que estoy soñando, por favor. Voy a matar a Jet.

-Jack Brooks... -era Mello. ¿Cómo ha sabido el nombre de Jet?-, ¡eres hombre muerto!

Se abalanzó sobre Jack y empezó a golpearle la cara. Brotó sangre de su nariz y varios tonos morados acuideron a su rostro con velocidad, si sigue así lo matará.

Jet consiguió quitarse de encima a Mello y descargó un puñetazo sobre su mejilla. Esta se tiñó de un leve tono rojizo claro. Jet volvió a golpearle, esta vez en el estómago y le hizo caer.

Corrí hacia Jack y le agarré de la cintura, y conseguí apartarlo de Mello. Miré al chico rubio, que estaba en el suelo respirando con dificultad.

Oí a Jack soltar una maldición en voz baja y alejarse de nosotros, y yo me quedé al lado de Mello sintiendo lágrimas salir de mis ojos. Bajé la cabeza para que Mello no me viera así, pero fue inútil. Me tomó de la barbilla y me hizo mirarle. Mostraba una sonrisa despreocupada, como si nada hubiera pasado.

-Lo siento -musité entre sollozos.

-Supe que pasaría tarde o temprano, Nate -y se desmayó.

Busqué a Matt para que me ayudara a llevarlo a la enfermería, pero no lo encontré. Tuve que buscar a Roger.

Y así fue, lo llevé a la enfermería y o acosté en una de las camas.

No esperaba que todo cambiara en tan poco tiempo.

Negro & Blanco [Death Note (MelloxNear) Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora