Después de todo lo sucedido, llamé a Lidner y a Lester para que me ayudaran con lo que había pasado aquí. Había que llamar a una ambulancia para llevar a Mihael a un hospital, y había que llamar a la policía para que se llevaran el cuerpo de Jack. Ha sido demasiado en un día. Mi viejo amor vuelve después de cinco años sin saber nada del otro, tengo sexo con él, cuando me despierto me quiere violar mi mejor amigo... esto no lo ve uno todas las días, no es normal, no es de la vida cotidiana. No es posible, no puedo seguir así. Mi vida está empezando a perder el sentido...
Tuve que explicarles todo a mis subordinados, no podía decirles que Mello había estado a punto de ser asesinado y que Jack se había suicidado porque pensaba que me lo debía. Les conté todo, de principio a fin, desde que conocí a Jack hasta que llegamos a este punto. Se quedaron un poco perplejos, pero era la verdad. Todo esto había sido una calamidad que ha caído sobre nosotros, y ya está. No creo que todo esto pueda ir a peor. Lo que falta es que me suicide yo, y no lo haré.
Sin embargo, después de todo lo que ha pasado, se me hace muy difícil el que intente tener una relación normal con Mihael, todo lo que ha pasado no se puede olvidar en un abrir y cerrar de ojos. El pasado, por muy doloroso que sea, forma parte de nosotros. No podemos ignorarlo, podemos aprender de él. La vida es un juego más, y las cartas que tienes deben ser jugadas con mucho cuidado. Podrías causar tu propia muerte en sólo dos tiradas. Si quieres apostar, apuesta, pero afronta las consecuencias. Es lo que se obtiene por ser avaricioso. Por querer más de lo que ya tienes. Es un deseo que casi el 35% de los humanos han tenido a lo largo de la historia que hoy en día conocemos. Esta sociedad es corrupta y egoísta. Sólo les interesa tener más para ellos mismos, nada más. Sólo les interesa el poder.
La vida es como una ruleta rusa, nunca sabes cuándo va a salir el golpe de gracia. Las cosas pasan, sin saber cómo, pero la causa y el efecto lo quieren así. Y nosotros tenemos que soportarlo queramos o no. Esas son las reglas que hay que cumplir, y si no lo hacemos hay otra opción. Una opción mucho peor: la muerte, el fin de partida. Perderlo todo. No merece la pena hacer tanto por poder o por dinero. Pero, por la persona que más quieres... ¿lo harías?
Mihael ya lleva una semana inconsciente, no ha despertado desde que Jack le apuñaló. Su funeral fue corto, no fue mucha gente y tampoco se escuchó casi nada. Al final quedé sólo yo, mirando su tumba, la tumba del chico que fue mi primer amigo. Duele, sinceramente duele. Incluso cuando me hacía todas esas cosas tan horribles, sentía que le echaría de menos el día en el que ya no estuviera. Lloré cuando ya no quedaba nadie, mis lágrimas de despedida antes de intentar seguir adelante y centrarme en qué hacer si Mihael despierta. Y si no despierta también, no soy tan tonto como para suicidarme por amor.
Iba a verle al hospital todos los días y me quedaba allí cerca de tres horas, mirando su rostro esperándole. No me aburría, la gente pensaba que estaba loco. Y me daba igual porque era verdad. Estaba loco. De amor. Por él, por Mihael Keehl, por quien fue mi rival. Nunca me importó lo que la gente pensaba de mí, me daba absolutamente lo mismo. Porque ellos no me entienden. Mihael sí, por eso estoy enamorado de él. Nunca le olvidé cuando nos separamos por una tontería, todos los días estuve pensando en él, estuve escribiendo más poemas sobre nuestra relación, no le aparté de mi vida. Nunca dejó de ser una parte de mí.
No despertaba, y me estaba empezando a preocupar de que no lo hiciera nunca. Cada vez que iba le cogía de la mano esperando a ver si reaccionaba, pero en realidad sólo esperaba a que el tiempo pasara para saber si llegaría a volver o no. Pero después de todo lo que he sufrido, sé que la causa y el efecto tendrán algo de comprensión y me dejarán ser feliz hasta que se les ocurra un nuevo conflicto. Hasta que llegue el momento en el que tendré que derramar lágrimas otra vez. Y lo haré con orgullo.
[...]
Estaba en mi habitación jugando, había dejado el caso Kira, ya lo único que quería era que Mihael volviera. Estoy seguro de que Kira sería atrapado y llevado ante la justicia, lo condenaría a muerte por asesinato múltiple.
Una de mis manos colocaba dados uno encima del otro mientras que la otra jugaba nerviosamente con el colgante del dado que me dio Mihael antes de fugarse de la Wammy's House. Lo había guardado en aquella caja en la que tenía las cosas que eran más importantes para mí, y estuvo allí metida por cinco años. Desde que cayó inconsciente, siempre lo he llevado puesto. En su honor, en el honor del chico que se preocupó por mí y salió herido por mí. No hay acto más bonito que algo como eso. Le estoy muy agradecido.
Me levanté dispuesto a ir a verle otra vez, a volver a verle y, con un poco de suerte, volver a escuchar su voz. Lo que quería era que volviera a mí. Y no me rendiré hasta que me digan que estaría en coma para siempre o hasta que muera. Luchar por amor demuestra lo que sientes por esa persona. Salí de mi cuarto y del edificio de lo que fue la SPK. Ya no trabajaba nadie allí, estaba yo solo. Tenía pensado venderlo porque no podía hacer nada con él. No tenía nada que hacer con él.
Me encaminé hacia el hospital y, cuando entré, hoy una conversación acerca del paciente de la habitación 302. Mihael.
-¿Habéis oído lo que le ha pasado a ese joven?
-Es horrible. Le apuñalaron y lleva en coma una semana. Pobrecillo...
-Cierto, pero dicen que ha despertado.
Mi corazón se aceleró. ¿De verdad? ¿Mihael estaba despierto? Eché a correr hasta dar con su habitación y llamar a la puerta. Oí un "adelante" desde dentro y entré. Allí estaba él, sentado sobre la cama junto a un doctor que le estaba explicando lo sucedido. Mihael ha vuelto... gracias, causa y efecto... Una blanca luz de felicidad acudió a mí, ya no había más oscuridad dentro de mí. Se acabó el dolor.
Le debo muchas explicaciones. Debo aclararlo todo.
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Negro & Blanco [Death Note (MelloxNear) Yaoi]
FanfictionNear, el primer sucesor de L. Albino de siete años. Británico. Su verdadero nombre es Nate River. Mello, el segundo sucesor de L. Rubio de ocho años. Esloveno. Su verdadero nombre es Mihael Keehl. Ambos, siento tan distintos, hay un sentimiento mutu...