(Reproducir vídeo cuando leáis "TRADUCCIÓN" al final)
[Narra la escritora]
Nate estaba en su habitación, sentado frente a su escritorio, escribiendo poemas para matar el tiempo. Era el día en el que Mihael saldría del hospital y estaba muy nervioso. Escribir le ayudaba a relajarse, se pedía en cada verso, en cada rima, en cada estrofa, en cada metáfora. Era como una parte de él, no podía dejarlo. Al igual que no podía dejar a Mihael, sería como si una parte de su corazón fuera arrancada. Moriría si él ya no estuviera a su lado. Y Nate estaba seguro de que Mihael tampoco podía vivir si no estaba junto a él.
El joven albino seguía escribiendo palabras que formaban versos para completar sus estrofas. Aquella nueva forma de ver el mundo le gustaba, le afascinaba. No había ser más feliz de la Tierra. Tal vez sus poemas eran un poco dramáticos, pero le gustaba ser así. Nadie podría cambiarle a menos que se viera obligado a hacerlo. Pero ya no tenía una razón lara estar triste, al revés. Debería estar dando saltos de alegría. Pero tampoco es esa clase de infantil. Era infantil de gustos, no de actitud. Por eso era que la gente lo miraba por encima del hombro por la calle, no entendían esa diferencia. A Nate nunca le importó.
Escuchó algo vibrar y dejó el lápiz sobre el escritorio al lado de su cuaderno. Cogió su móvil y vio que tenía un mensaje de Mihael.
"Ya he salido"
El corazón de Nate se aceleró, ya podían hablar de lo que Mihael quería. Había estado con aquella duda rondando por su cabeza durante aquellos dos días que no se habían visto. Se levantó y se puso unos zapatos antes de salir de su cuarto. Buscó un ascensor y le dio al botón del piso 20, el más alto que había. Tendría que subir escalones, pero no le importaba con tal de volver a ver a Mihael.
Estuvo mirando el "marcador" del ascensor mientras este subía y avanzaba en pocos segundos. No le quitó la mirada esperando a que llegara al número 20. También es cierto que tendría que esperar igual, pero le daba igual. No le importaba esperar a Mihael. Cuando el ascensor por fin llegó a la vigésima planta, Nate echó a correr mientras subía los escalones que daban a la azotea. Eran quince escalones, quince escalones le separaban de su punto de encuentro con el chico al que quería. Se dio tanta prisa que, cuando llegó a la azotea, se acercó a la barandilla y se puso a contemplar el paisaje urbano moderno neoyorquino. Edificios altos, gente por todas partes, era algo parecido al centro de Winchester. Pero ahí se respiraba un aire más puro, uno que te hace querer quedarte allí por el resto de tu vida sin importar el precio.
Nate se sintió como en su casa.
[...]
-Ya estoy aquí.
El albino oyó su voz, la voz serena y despreocupada que había estado deseando escuchar muchas veces seguidas desde que una discusión les separó. Se dio la vuelta y la vio, al chico rubio vestido de negro con la cruz cristiana colgando de su cuello. Sonrió y el mayor se acercó hasta quedar como él, observando la ciudad.
Una ligera brisa empezó a jugar con los cabellos de ambos, sacudiéndolos suavemente. Aún no se miraban el uno al otro, aún no habían empezado a hablar. Tenían muchas cosas que contarse, cinco años es mucho tiempo para que pasen muchas cosas. Si confiaban en el otro, serían capaz de hasta contarse el uno al otro sus trapos sucios.
-Nate -dijo Mihael por fin-, quiero hablarte de una cosa.
-Dime -el albino le miró.
-Pues, nunca me he atrevido a decírtelo aparte de cuando tuvimos sexo. Quiero decírtelo antes de que pienses que sólo quiero jugar con tu cuerpo: te quiero -le miró a los ojos.
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Negro & Blanco [Death Note (MelloxNear) Yaoi]
FanficNear, el primer sucesor de L. Albino de siete años. Británico. Su verdadero nombre es Nate River. Mello, el segundo sucesor de L. Rubio de ocho años. Esloveno. Su verdadero nombre es Mihael Keehl. Ambos, siento tan distintos, hay un sentimiento mutu...